El último fin de semana largo del año fue la excusa ideal para que cientos de cañófilos salieran a disfrutar de la actividad piscatoria y a concretar, muchos de ellos, los postreros piques de una temporada que poco a poco se empieza a despedir.
Unos de los que más disfrutaron estos días fueron los tiburoneros que lograron muy buenas capturas. Embarcados, se sorprendieron en Santa Clara del Mar, en la salida del inefable Eduardo Cañueto. En poco más de cinco horas de pesca, lograron seis capturas de escualos. Dos escalandrunes y tres bacotas fueron izados a la embarcación, marcados y devueltos como es algo cotidiano para muchos que siguen esta especie. De costa, en tanto, advertimos grandes capturas en el Faro Querandí como por la zona sur, donde hubo más noticias de cazones.
Y hablando de embarcaciones, no es fácil fallar en salidas de media o altura, y así fue en Claromecó, donde los amigos de Audaz concretaron una abundante variedad con mucha pescadilla, gatuzos, palos y llamativamente, pocas corvinas rubias. En Mar del Plata, abundancia de salmones, meros y chernias con Aquafish. Por último, tras los tiburones, en Santa Clara hubo gatuzos, corvinas, pescadillas, palos y magrú.
Pensando en la variada, pero de orilla, los resultados fueron variados, pero se dieron. Por el sur, se destacó Monte Hermoso y Marisol, donde tras días con sudoeste que generó buena presencia de pejerreyes escardones, el viento se puso norte y favoreció para que se dé un poco de variada con pescadillas y corvinas. En Claromecó, faltaron las rubias al torneo, salieron pocas, pero si se obtuvieron pescadillas, rayas, bagres, gallos y sargos. Por Mar del Plata, de menor a mayor la actividad en el fin de semana. En el Club de Pesca, discretos piques el viernes, con un picadito que dio pescadillas chicas, brótolas y algún congrio, pero mejor resultado sábado como domingo, con más variada, con corvinas, pescadillas, brótolas y bagres de mar, según nos decía Alejandro Roucco, quien destacaba las noches como más rendidoras. En Quequén y hacía Arenas Verdes, un lindo combo de especies, con pescadillas, corvinas y brótolas.
Para cerrar la recorrida por el mar, no podemos obviar las corvinas negras que picaron muy bien en la boca de Mar Chiquita, también debemos mencionar al lenguado, que sigue picando en la boca como en la laguna misma, y la lisa, otra especie que está en ascenso, tanto en la albufera como en destinos aledaños como el Quequén Salado en Marisol. El pejerrey, que no afloja en todo el año, se dio en cantidad frente al médano blanco.
Si nos tenemos que remitir a las lagunas bonaerenses, tras la veda y a la espera de más precipitaciones que le den vida y proyección de cara al futuro, hay que comentar que sigue firme Salada Grande en Madariaga, aunque no con los rindes memorables de la semana anterior. Cochicó, otro clásico vigente con chicos a medianitos en cantidad. Sorprendieron dos lejanas históricas pero que hace rato no sonaban, Salada de Darregueira y La Segovia en Puan, dos clásicas que dieron excelentes pejes. Hinojo Chico estuvo buena de orilla, sin problema alguno con las cianobacterias que informaron desde Recursos Hídricos y, por lo que nos dicen desde los pesqueros, ni se tomaron muestras de agua. Blanca Chica, otra orillera que estuvo buena, también la vecina Blanca Grande, con mucha actividad a flote bien arriba desde embarcaciones y algún pique costero.
Para cerrar este resumen del fin de semana, y levantando el tendal informativo de amigos pescadores, hay que destacar que en el norte del país cada día se va poniendo mejor la cosa con menores caudales tanto del Paraná como del Uruguay. Dorados que pican firme, con señuelos o carnada, dependiendo la zona, incluso en destinos cercanos, ya que en todo el frente capitalino hay abundancia de la especie. Además, en Berisso, en ascenso están las bogas. En el sur platense, tras un jueves donde siguieron dando con algún peje en el club Universitario, caña de Lucas Holowko e informe de Emir Ricciardi, el viernes la actividad fue muy mala, con sólo variada y muy escasa.
Últimas hojas del almanaque, recta final para un año que tiene ya nuevo presidente en ejercicio, vientos de cambio en el país y también en la pesca, con muchas especies que se van y otras que vienen. A disfrutar de lo que queda y a empezar a proyectar lo que se vendrá para 2024.
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