Es la eterna discusión del aficionado a la pesca, especialmente, en aquellos que recién se inician en la actividad o, por primera vez, intentan con alguna especie en particular. Esas dudas entre el uso de monofilamento o multifilamento generan malentendidos que intentaremos desglosar en un pequeño artículo.
Monofilamento
Con una densidad muy similar a la del agua (entre 1,05 y 1,1 g/cm3), se hunde muy lentamente y su llegada generó una de las mayores revoluciones en la pesca deportiva en el mundo, tras la Segunda Guerra Mundial. Entre sus mayores bondades está la posibilidad de ser manipulado fácilmente por un pescador recién iniciado, permitiendo gran variedad de nudos. De múltiples colores, el transparente se lleva las palmas por su menor visibilidad, también el marrón o verde se mimetizan bien, aunque en aguas oscuras, el flúor nos da un mayor control visual. Su dureza no es igual. Hay blandos o soft, ideales para brazoladas, ya que se planchan con facilidad, son sedosos y suelen tener mayor estiramiento. También hay duros. Esos nailon soportarán mejor la abrasión y serán más resistentes a igual diámetro. Mientras estos serán ideales para peces de boca dura y en caso de tener que pescar en zonas de piedras o palos, los soft funcionan mejor con capturas de especies más delicadas, con boca blanda o en aguas frías en las que cuesta más eliminar la memoria del mismo. Las principales contras tienen que ver con la absorción de agua lo que hace que pierdan resistencia, el estiramiento que está en un 10 %, y su vida útil limitada, lo que lleva a cambiarlo con asiduidad.
Multifilamento
A mediados de la década del 90 irrumpió con éxito. Primero fue tímida su implementación, pero el tiempo hizo que casi todos los pescadores, en ciertas modalidades, se vuelvan usuarios de ellos. Entre los puntos a destacar del multifilamento, hay que decir que es muy fuerte en relación a su diámetro. Pensando en el pejerrey, lo más clásico es usar de 0,12 a 0,16 mm, aunque algunos usan más fino y otros engrosan un poco más. Tiene la gran ventaja que no se estira, lo que genera que clavando a distancia tengamos una gran efectividad. Además, flota por sí sólo, no necesitamos agregar flota líneas y no adquiere memoria, un problema de su primo, el nylon.
Los amantes de la pesca con señuelos, tanto de taruchas como dorados, encontraron en el multi un gran aliado, ya que aumenta la eficacia en la clavada en estos peces de boca dura y, su falta de estiramiento, transmite mejor el trabajo del artificial. Para la boga, de fondo mejora la detección de los piques más sutiles y en canales profundos de la Cuenca del Plata, nos permite achicar el gramaje del plomo en comparación al nylon que nos obliga a grandes pesos. En el mar, los fanáticos de las grandes distancias y partícipes de competencias a la pieza mayor de costa ya usan medidas de 0,06 a 0,10 mm, muy resistentes en marcas de costos algo elevados, pero de gran calidad, mientras que los que gustan de la acción embarcados, con el multi dieron vida a técnicas como el Deep Jigging, para pescar en grandes profundidades salmones, chernias o pez limón. Si vemos problemas, hay que tener pasahilos aptos para multifilamento, ya que es una fibra muy dura y los puede lastimar y debemos prestar mucha atención en los nudos, ya que patinan al cerrarlos. Una solución simple es hacer un pequeño nudo del ocho en la punta del multi, para que cuando el nudo patine quede trabado al llegar al final. Cuando hay mucho viento, es más galletero que el nylon, y querer recuperar una galleta, es casi una quimera.
Sin dudas, cada especie y técnica tiene lo suyo, uno no suplanta al otro y cada uno emerge con distintas propiedades. El pescador deberá buscar cual es el que necesita en cada ocasión, aunque algunas dudas pudimos evacuar a través de este pequeño informe que destaca pro y contra de cada uno de ellos.
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