Ubicada a unos 18 kilómetros de la ciudad de Montevideo, la Barra de Santa Lucia es un punto muy especial que convoca a los pescadores deportivos, durante un periodo del verano en el que es posible lograr impresionantes corvinas que se destacan por su tamaño y potencia.
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Esta especie que ingresa desde las aguas salobres del Río de la Plata, aproximadamente a fines del mes de octubre, buscando lechos propicios para su reproducción por el río Santa Lucia, ofrece una oportunidad única de obtenerla a tiro de caña desde la costa, el puente que lo cruza o desde pequeñas embarcaciones, las cuales curiosamente no se anclan para hacer esta pesca sino que se unen entre ellas a través de sus cabos, para evitar invadir posibles espacios en el fondo por donde se desplaza.
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En lo que respecta al comportamiento de la corvina cabe destacar que no es el mismo en cada temporada, de uno a otro año puede modificarse. En general, suele alimentarse mejor en bajante y en sectores de entre dos y tres metros, aunque cuando hay que izar bestias enojadas de más de 10 kilos desde 20 metros de profundidad la cosa se pone dura.
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La salinidad del agua es un dato a tener en cuenta porque cuando es alta la corvina ingresa, sin dudar, por el río; sin embargo, si el pez no detecta esta variable se mete por los arroyos del Maldonado hacia el este, sin entrar en la boca del río que mencionamos anteriormente.
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Los equipos deben ser pesados, o sea de mucha resistencia para poder sostener la energía de estos colosos. No se puede dejar floja la estrella del reel porque la violenta corrida que produce en la llevada hace que perdamos el pique, enredando las líneas de nuestros acompañantes o se puede enganchar en las sogas o hélices de la embarcación cuando sube y se ve acorralada.
La carnada ideal es el cangrejo colorado pelado, aunque también funciona muy bien el encarne “arañita” que consta de varios cangrejos pequeños vivos. A veces, a principio de temporada, cuando tiene la boca blanda busca el mejillón o langostino, combinado con algún cangrejo que le resulta muy atractivo.
Más allá de las aparentes comodidades para dar con esta pesca, nuestros hermanos uruguayos no la consideran fácil debido a las características del ámbito donde hay que llevarla a cabo, y que además no siempre es igual el comportamiento de este pez al momento de dar con él.
Cada año la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos va regulando los periodos de veda para preservar el desove; permitiendo, de acuerdo a esa regulación, el ejercicio de la pesca. En lo que va de este 2023 se permiten las capturas desde el 15 enero, siempre con el monitoreo permanente por parte de las autoridades para evitar posibles abusos que atenten contra este valioso recurso turístico-deportivo.
Agradecemos al odontólogo y gran pescador Matías Bengoa y su grupo de amigos, por la información brindada para este relevamiento.
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