La pesca, una pasión argentina que no para de crecer

Como el mate, el asado o un buen vino. Tan pasional como el potrero o el Turismo Carretera, la pesca es una pasión para los argentinos, ya que más de 3,6 millones de personas en nuestro país eligen la pesca deportiva, algo así como el 8% de la población.

El dato surge de un relevamiento a nivel nacional sobre un gran número de actividades al aire libre, encarado por una de las consultoras más importantes del mercado: Julio Aurelio (Aresco), a instancias de la Asociación Industriales Comerciantes de Artículos para Caza y Pesca (AICACYP).

El estudio abarcó: camping, pesca, caza, tiro deportivo, arquería, trekking y muchas otras actividades relacionadas, con el objetivo de evaluar seriamente, por primera vez, la elección de los argentinos cuando se deciden a disfrutar del aire libre.

La pesca deportiva aparece en el detallado informe como una actividad que se realiza tradicionalmente y desde hace mucho tiempo: el 60% de los entrevistados encara jornadas desde hace más de 10 años. Entre los habitantes del AMBA el 50% de los encuestados se inició en la pesca hace más de una década. Ese porcentaje supera el 60% en zonas pesqueras como el Nordeste Argentino (NEA), la Patagonia y el Centro del país. Un 18% de las personas se iniciaron el último año y, aquí el dato alentador para el desarrollo de la actividad en el futuro, el 40% son menores de 29 años.

En cuanto a la frecuencia es una actividad de práctica más que habitual. Considerando 3,6 millones de pescadores, las salidas anuales llegaron a las 42 millones, una movilidad que seguramente genera un impacto económico de significación en los lugares visitados. Más que imprescindible resulta tomar todas las medidas para proteger los recursos y para generar conciencia en una práctica deportiva que debe poner el foco, siempre, en la devolución. El 51% de las salidas son de ida y vuelta en el día, un 40% en fines de semana y el 9% restante de hasta una semana.

Del informe se desprenden otros datos interesantes, como que las provincias de Buenos Aires y Entre Ríos son destinos preferentes para los aficionados de la caña. Una actividad predominantemente social y destinada a reforzar vínculos: 40% sale en familia y 44% con amigos. Un 64% de los entrevistados manifiesta pescar desde la costa, un dato que no se refleja mayoritariamente en las publicaciones del rubro, y la mayoría lo hace en agua dulce (83%) y con carnada (71%). Solo el 8% declara utilizar señuelos.

En cuanto al movimiento comercial, en 2022 ingresaron al país más de 760 mil cañas y más de 780 reeles de pesca. El 40% de los pescadores hizo un cambió en este equipamiento durante el transcurso de ese año. En los últimos seis años se importaron más de 2.660.000 cañas y más de 2.720.000 reeles, un mercado abastecido por un millar de comercios en toda la Argentina.

Y el informe no hace más que ratificar lo expresado. El 70,9% de los encuestados adquirió estos productos en el último año, un porcentaje equivalente a más de 2,5 millones de personas que en un 81% de los casos adquirieron estos productos en comercios de proximidad. Y aunque una significativa mayoría consideró que los precios de esos productos eran entre caros y muy caros, decide seguir invirtiendo y renovando sus elementos de pesca. Sin dudas, un dato no menor.

Por el lado del camping, el estudio señala que 4,6 millones de argentinos lo disfrutan como una tradición: el 40% con una continuidad de más de 10 años, mientras que un 44% se pueden considerar muy asiduos practicantes, gracias a que salen de dos a cinco veces al año. La incidencia de este rubro en la industria del aire libre se notó claramente en la “Expo AICACYP 2022”, donde el 63% de los visitantes que asistieron a la muestra indicaron comercializar productos relacionados.

Frases como “la pesca es clave para el turismo”, “impulsa las economías regionales”, “es una actividad que cada vez genera más empleo”, se suelen poner en boca de funcionarios, empresarios, dirigentes y aficionados vinculados con la actividad. Palabras que requerían de cifras estadísticas que las respalden. Por eso, en un esfuerzo muy valorado por el sector, AICACYP decidió encarar el relevamiento que puso números concretos sobre el comportamiento de los pescadores y todo lo que se genera a su alrededor.