Los pescadores estamos en tiempos de crisis. Los costos para despuntar el vicio son cada vez más altos y armar una salida se pone cuesta arriba. Entre tantos gastos, uno que suma es la carnada y por eso es conveniente refrescar conceptos para los lectores que tendrán la oportunidad de cuidar un poco el bolsillo y, de paso, aprovechar algo de lo sobró de las fiestas. Bien sabemos que no todo está dicho y escrito en la pesca deportiva y un buen plan es recurrir a nuestros amigos más experimentados para elaborar este informe, en el cual revelamos cómo obtener buen pique con los restos de la mesa navideña.
Si vamos en orden y respetamos los rituales de las fiestas, la entrada y sus platos fríos son algo para ir poniendo el ojo de pescador en alerta. Muy recomendado es el cuerito de chancho, destacando que cuanto más condimentado, mejor rinde. Cortado en tiras finas y conservado en un frasco con un poco de aceite de pescado, pasa a ser un elemento de alta resistencia a los lances y que se adapta a la pesca variada en los ríos. La pechuga de pollo cruda es muy utilizada en la costa atlántica, pero cocida pasa a ser una variable a tener en cuenta, y más si tiene algún tipo de adobo, lo cual la hace tentadora para los siluros. En este caso, lo conveniente es atarla con hilo elástico. Los restos de los fiambres también suman, como la grasa de la panceta y cualquier variedad de salames, para la pesca de bogas, al igual que los daditos de queso sazonados, que funcionan muy bien; sólo tenemos que dar con una consistencia que permita pasar el anzuelo. Las salchichas son útiles, lo mismo que las papas fritas, que pueden guardar freezadas (para que estén rígidas) con algún agregado como extracto de vainilla para la pesca de carpas. Por supuesto, no podemos olvidarnos de los pancitos negros untados en el centro con mostaza y asegurados con una banda elástica al anzuelo.
Carnadas: el arte de un buen filete
Carnadas para tentar a las corvinas rubias
Si pasamos al plato principal, el asado es clásico, tanto cocido como crudo, para extraer carnadas y prácticamente podemos aprovechar cualquier corte para sacar pequeñas porciones, teniendo el cuidado de dejarle siempre un poco de grasa. Sobre esto último, recomendamos el hígado vacuno, el cual trasladamos fresco en cubos que dejamos secar al sol brevemente antes de encarnarlos. También podemos sumar chorizos, pero tratando de que estén bien firmes, utilizando las bandas elásticas para asegurarlos al anzuelo. Los restos de harinas son muy útiles para activar especies forrajeras que siempre traen detrás a las cazadoras, y mucho más si la salida va a ser con chicos, porque podemos acercar pequeños peces a su sector. Para el final dejamos las recomendaciones más curiosas, como el pan dulce amasado sobre el anzuelo con un poquito de agua hasta que esté bien apretado o pequeños trozos de turrón para la pesca de bogas en la costanera porteña.
Líneas para pescar lisas en canales y arroyos
Tal como queda reflejado, la inventiva del pescador llega muy lejos y tras pensar en la entrada, el plato principal y las confituras, lo que sobró de bebida también se aprovecha. Si estamos a tiempo, sugerimos reservar lo que quedó del brindis para fermentar maíz, siendo ideales la cerveza y la sidra. Nada se tira, todo sirve si pensamos en salir a pescar.
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