Un reciente estudio realizado por un grupo de científicos de Portugal demostró que educar a los perros a través de castigos y, sobre todo, con gritos, tiene efectos negativos a largo plazo tanto en sus procesos cognitivos como en su salud mental en general.
Cinco cosas que no sabes sobre los pitbulls
Durante el estudio del que participaron cinco biólogos de la Universidad de Porto del mencionado país europeo, se experimentó con 92 perros que se habían extraviado de varias escuelas de entrenamiento y que fueron especialmente separados en dos grupos.
El primero estuvo conformado por 42 canes que habían sido previamente entrenados con métodos de recompensa y refuerzo positivo, mientras que, en el caso de los 50 del segundo grupo, el entrenamiento se basó en estímulos aversivos y en los castigos.
En un primer paso, los especialistas filmaron a las mascotas durante los primeros 15 minutos de tres sesiones de entrenamiento, al tiempo que les tomaron muestras de saliva antes y después de esa rutina.
Qué es la rabia, cómo se transmite y combate
Como resultado, en el grupo aversivo observaron una mayor presencia de cortisol en saliva, hormona que se libera como respuesta al estrés.
Además, en la mayoría de los integrantes de este grupo también se registraron más bostezos, relamidos y otros comportamientos ligados al estrés en los animales.
En un segundo paso, los especialistas llenaron un cuarto con bowls dados vuelta, algunos con salchichas en su interior y, otros, simplemente con olor a ellas, con el objetivo de comprobar cuánto tiempo tardaban los perros en poder descifrar los patrones según los cuales se había escondido el alimento.
“Nuestro estudio apunta al hecho que el bienestar de los perros de compañía que son entrenados con métodos basados en aversiones está en riesgo ya que no es el ideal”, señalaron los científicos en un comunicado de prensa que fue publicado en BioRxiv, un portal dedicado exclusivamente a los estudios en ciencias biológicas.
Comentarios