Los perros no transpiran como hacemos los humanos para disminuir la temperatura corporal, jadean para regularla pero es un proceso mucho más lento. Además, están completamente cubiertos de pelo, algo que incrementa mucho la hipertermia e impide que puedan refrescarse con la misma rapidez que nosotros. Es muy sencillo saber cuando nuestra mascota está sufriendo un golpe de calor, de la misma forma que es fácil evitarlo. Aunque parezca increíble, la principal causa de muerte por esto en canes es por culpa de sus dueños.
Cuando un perro pasa de los cuarenta grados de temperatura, puede decirse que o bien está desarrollando un estado febril o está sufriendo un golpe de calor. La fiebre preocupante se da a partir de los 41°, 42° y marca una subida repentina o progresiva de la temperatura interna del animal. Este exceso afecta a su organismo, pudiendo provocarle la muerte en apenas unos cinco o seis minutos.
Estas son las cosas que no debería hacer el dueño para preservar la integridad de la mascota:
¿Tienen sentimientos los perros?
- Dejarlo atado a su casita o al sol en verano no sólo es una tortura, también es otra de las principales causas de muerte en caninos. Algunos por golpe de calor y otros por estrangulamiento con su propia correa, intentando acceder a la sombra.
- Sacarlo a pasear con clima extremo es una imprudencia, una forma de torturar al animal y de provocar que pueda sufrir el problema que es motivo de la nota. Mientras la persona se protege del sol con anteojos, gorra o pantalones cortos, el animal no tiene forma de cuidarse.
- No es sano dejar que el perro se tire al sol cuando hace demasiado calor. A ellos les encanta pero a veces se duermen y no son concientes de que su temperatura subió tanto que ahora son incapaces de moverse. Vigilarlo: no dejarlo más de cinco minutos acostado al sol si el calor es extremo.
- Una combinación de calor y humedad es mortal para un perro, porque tendrá serios
problemas para refrescarse, lo que incrementará cada vez más su temperatura.
Punto crítico
El automóvil suele convertirse en un horno durante el verano y es la principal causa de muerte en perros por golpes de calor. Apenas cinco minutos son suficientes para que sufra un shock en el interior del vehículo; aún con temperaturas relativamente bajas dentro del auto, puede pasar rápidamente a un recalentamiento si está estacionado al sol. Abrir un poco las ventanillas no ayuda. Los dueños deberían llevar a su perro consigo aunque hagan un breve trámite, o dejarlo desde un principio en casa.
En algunos países como Alemania, la policía y los bomberos responden a denuncias sobre la presencia de perros encerrados en autos estacionados al sol. En caso de que se vea que el estado de salud del animal empeora antes de la llegada de las fuerzas de rescate y no sea
ubicable el dueño del vehículo, está permitido romper una ventanilla para salvarlo.
Por otro lado, el aire acondicionado no afecta igual a los perros que a los humanos, ellos necesitan mucho más para bajar su temperatura corporal.
Señales de alarma
Los síntomas son muy evidentes cuando un perro está sufriendo uno de estos golpes de calor y, si descubre alguno o varios de estos, hay que tomar inmediatamente las medidas que contamos a continuación, hasta poder llevarlo al veterinario. Preste atención:
- Si comienza a jadear, a respirar excesivamente rápido o con nerviosismo sin motivo aparente o fuera de su rutina habitual de gestos.
- Si pierde fuerzas al punto de que le es imposible moverse; se muestra reacio al movimiento e, incluso, pueda desmayarse.
- Si presenta temblores, falta de equilibro, espasmos.
- Si el color de sus encías cambia a un tono a más oscuro tirando a azulado, debido a
la mala oxigenación por el exceso de calor.
- Si presenta salivación excesiva o tiene la lengua decolorada debido a la deshidratación.
- Si vomita, presenta taquicardia o sus movimientos son torpes.
Dentro de lo mencionado, cabe destacar en ocasiones algo de apatía o incluso agresividad, antes de pasar al desmayo o shock que posiblemente terminará con su vida.
En acción
Hay varias cosas para hacer si el perro está sufriendo por el exceso de calor y que pueden salvar su vida antes de llevarlo al veterinario:
- Ponerlo inmediatamente en un lugar fresco, libre del sol directo, de altas temperaturas y de fuentes de calor.
- Ofrecerle, sin forzarlo, agua fresca y limpia (no muy fría), evitando que beba mucho y muy rápido porque podría provocarle una torsión de estómago, que puede resultar fatal.
- Humedecerlo con agua fresca, refrescar su cabeza, la panza, las axilas y repetirlo constantemente. Es importante no cubrirlo con toallas o trapos mojados para intentar bajarle la temperatura porque provoca el efecto contrario.
- En casos muy extremos, colocar un cubito de hielo bajo sus axilas por un momento, dejándolo por uno segundos y quitándolo durante varios minutos. Repetir el proceso.
- En situaciones límite se lo puede bañar con agua fresca para intentar bajar la fiebre. Una vez que el animal se haya estabilizado, es momento de llevarlo al veterinario para que pueda evaluar si tuvo daños internos y lo mantenga en observación.
Para que la mascota se esté sana también en verano, hay que:
- Dejar siempre agua limpia y fresca a su disposición.
- No permitir que se exponga al sol cuando hace demasiado calor.
- Si vive fuera de la casa, asegurarse de que tenga una buena sombra a su disposición. Si las temperaturas son altas, lo mejor es meterlo adentro para que esté más fresco.
Nota completa en Revista Weekend del mes de Enero, 2019 (edicion 556)
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