Según un comunicado de la Prefectura Nacional Naval del Uruguay, las embarcaciones deportivas podrán comenzar a navegar a partir del 14 de agosto de 2020 en los ámbitos fluviales de ese país. El texto expresa lo siguiente:
“De acuerdo a los mensajes navales de referencia y debido al reinicio del entrenamiento colectivo exclusivamente al aire libre-deporte federado, decretado por la Secretaría nacional del Deporte, esta Prefectura Nacional Naval no ve inconvenientes en que se reanude y se autorice a partir del 14 de agosto de 2020 el despacho de embarcaciones deportivas entre puertos de la República (Oriental del Uruguay) de acuerdo al protocolo sanitario existente.
Destinatarios harán énfasis en el mantenimiento del distanciamiento social, las buenas prácticas de higiene, evitar las aglomeraciones de personas tanto al arribo como a bordo del buque para la prevención de la propagación del Covid-19.”
Firmado: Contralmirante José Luis Elizondo Chiesa, Prefecto Nacional Naval.
Por el momento, en la Argentina no hay novedades acerca del regreso de la navegación deportiva. Al cierre de esta nota lo único que se sabía era de un banderazo convocado para el sábado 15 de agosto a las 16 frente a la Quinta de Olivos, con barbijo y distanciamiento social, bajo la consigna #queremosvolveralagua. La pregunta que cabe es: si muchas actividades (como la pesca habilitada en varias localidades) permiten hasta dos y tres personas por embarcación, los remises y taxis circulan, se habilitó el comercio, el running y las caminatas, ¿porque después de 140 días de cuarentena una familia no puede salir a navegar cumpliendo los mismos requisitos que los pescadores o las personas que viajan en auto?
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