La respuesta simple y rápida es que las ratas sí pueden trepar a la cama ya la cuna de un bebé, no solo porque son ágiles, sino porque tienen pequeñas garras con uñas muy afiladas que les permiten engancharse a cualquier superficie irregular, como la madera y la tela.
Sin embargo, no son las únicas texturas que pueden escalar de manera vertical: ladrillos, revoques de cemento, tejas, revestimientos de yeso (tipo Durlock), muebles no laqueados, telas, alfombras... son todas superficies que a sus uñas les ofrecen buenas condiciones para correr y trepar.
Ante tanta superficie posible de trepar, la pregunta inversa sería: ¿dónde no puede subirse? Respuesta: a las superficies lisas como el vidrio, las paredes pintadas al aceite o revestimiento plástico sin rugosidad, revestimientos vinílicos muy lisos, muebles laqueados o enchapados sin rugosidad y ciertos metales les hacen difícil la tarea, ya que sus uñas no se enganchan, entonces resbalan.
¿Por qué querría una rata subirse a la cama o cuna?
Para comer, si se trepan lo hacen en busca de alimento. Difícilmente suban para meterse dentro de la cama junto a los humanos, y raramente los muerdan si pueden escapar sin sentirse acorraladas. Fundamental, entonces, no dejar restos de comida sobre la cama (migas, por ejemplo) y mantener las sábanas limpias.
¿Las ratas saltan?
Sí, hasta una distancia aproximada de 35 cm, para subirse a otros objetos o esquivar obstáculos. También pueden subir escaleras, fundamentalmente las de cemento, madera o alfombra.
Comentarios