Un día como hoy, pero del año 1857, se inauguraba oficialmente en Buenos Aires el servicio de pasajeros del Ferrocarril del Oeste, la primera línea ferroviaria de la Argentina.
Al respecto, cabe recordar que la primera línea férrea del mundo se puso en marcha el 15 de abril de 1830 y cubría el trayecto entre las ciudades de Liverpool y Manchester, en Inglaterra.
Si bien es cierto que el viaje inaugural tuvo lugar sobre el mediodía del sábado 29 de agosto de ese año, finalmente se decidió designar al 30 de ese mes, como el “Día de los Ferrocarriles”, ya que fue en esa fecha cuando quedaron oficialmente inauguradas las líneas férreas argentinas, marcando un antes y un después en el desarrollo de este medio de transporte que, con el correr de los años, logró unir a numerosas provincias argentinas.
Fabricada en Gran Bretaña y utilizada en la guerra de Crimea –conflicto bélico que libraron el Imperio ruso y el Reno de Grecia contra una liga compuesta por el Imperio otomano, el Reino de Cerdeña y Reino Unido, entre los años 1853 y 1856 -, la locomotora “La Porteña” fue transportada hasta Buenos Aires a bordo del barco Borland, llegando al desaparecido Puerto porteño el 28 de diciembre de 1856, según daba cuenta el diario "El Nacional".
En tanto que, apenas un día más tarde, realizaba su primer viaje que partió desde la estación del Parque, ubicada entre las céntricas calles porteñas de Cerrito, Libertad, Tucumán y Viamonte, hasta la estación Floresta, lo que actualmente se conoce como barrio de Flores, lo que, años más tarde, dio origen a la línea de ferrocarril General Sarmiento.
Durante ese histórico primer viaje que duró aproximadamente 35 minutos y del cual participaron Domingo Faustino Sarmiento, Bartolomé Mitre, Valentín Alsina y Pastor Obligado, entre tantas otras reconocidas personalidades, La Porteña desplegó una velocidad promedio de entre 20 y 25 kilómetros por hora, algo sorprendente para la época.
"Es de manejo muy simple. La capacidad es para dos personas, maquinista y fogonero. El primero debe atender la palanca para el sentido de la marcha y la que sirve para levantar o bajar la presión, con la que se aumenta o disminuye la velocidad”, comentaba, por entonces, el historiador Blotto de Telesio.
“En tanto que el fogonero se encarga de alimentar la caldera con carbón y estar atento para aplicar el freno, que es mecánico con zapatas de madera", agregaba acerca de la locomotora que medía 6.25 metros de largo, 2,40 metros de ancho y 3.20 metros de alto, cuyo peso total era de 12.670 kilos, en tanto que su peso en servicio alcanzaba los 15.750 Kilos por la adición del carbón y del agua.
Actualmente, "La Porteña" se encuentra exhibida en el Complejo Museográfico Provincial "Enrique Udaondo", ubicado en pleno centro de la ciudad bonaerense de Luján.
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