Los supuestos como los rumores nunca son buenos. Esto es lo que se generó con el pato en este 2022 al ser obviado entre las especies autorizadas mediante la disposición número 2022-447, emitida el viernes 13 de mayo por la Dirección Provincial de Fiscalización Agropecuaria, Alimentaria y de los Recursos Naturales, dependiente del Ministerio de Desarrollo Agrario de la provincia de Buenos Aires.
Se abrió la temporada de caza en Buenos Aires
El documento reproduce manifestaciones de orden general que expresan: “Que las áreas declaradas en Estado de Emergencia y/o Desastre Agropecuario por Inundación y por Sequía, podrían variar en el transcurso de la presente temporada afectando a la especie involucrada, lo cual será evaluado oportunamente. Que constatado el estado de perjuicio de las especies de interés, en relación con el considerando anterior, cabrá revisar la presente Disposición. Que para la determinación de las áreas de caza, así como de aquellas en las cuales debe mantenerse o disponerse veda total o parcial, debe tenerse en cuenta la incidencia de los factores ecológicos como aquellos de alto índice demográfico, y asimismo prohibir las actividades de caza que perturben el normal desarrollo de explotaciones intensivas, como ser zonas tamberas, hortícolas, granjeras, o que atenten contra la debida protección de la flora y la fauna de los parques y reservas, y de las áreas naturales que por sus características merezcan su conservación.”
Los cazadores deportivos, que en primera instancia son ciudadanos (siempre es oportuno recordarlo), reclamaron los resultados de los relevamientos por zona. O dicho de otra manera, precisiones. Pero no llegaron. Como la sequía que sacude a los campos, en la sección noticias del portal oficial no se subió ni un texto mínimo para transmitir calma a los protagonistas de esta historia. Nos consta que en las redes sociales tampoco. Es importante difundir las acciones de gobierno, desde ya, pero también lo es contener las dudas y expectativas de un sector nada pequeño de nuestra sociedad, que hace mucho espera recorrer los campos que también son visitados, dicho sea de paso, por deportistas cinegéticos de otras partes del mundo.
Weekend, en comunicación con el área de prensa del Ministerio de Desarrollo Agrario de la provincia de Buenos Aires, obtuvo la escueta respuesta de que, efectivamente, la veda del pato estaba fundamentada en la ausencia de lluvias que, acompañando a la pandemia, le dio al 2021 tintes de tiempos de maldiciones bíblicas. ¿Si se puede llegar a autorizar en breve? Existen imposibilidades, fundamentalmente de tiempo ya, de desarrollar los relevamientos necesarios para determinar este punto. Eso fue todo. Lo cierto es que con la publicación del Decreto presidencial 261/2022, el jueves 19 de mayo en el Boletín Oficial, por el que se establece la medida de extender por 180 días, a partir de la fecha de expiración de la prórroga por el estado de emergencia hídrica, la posibilidad de incluir al pato en el disfrute de esta temporada, aunque sea con demoras, se transforma en un hecho directamente imposible. La decisión de emergencia abarca el territorio que se encuentran alcanzado por la Cuenca del río Paraná, así como también las márgenes de los ríos Iguazú, Paraguay y Paraná, provincias de Buenos Aires, Entre Ríos, Corrientes, Santa Fe, Formosa, Chaco y Misiones.
La ausencia del pato entre las especies mencionadas en la disposición terminó desatando un runrun que podría haberse contenido a tiempo. Rumores que venían precedidos de la molestia, bronca mejor dicho, por la falta de información y precisión sobre el inicio de la temporada.
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