Podemos decir con toda seguridad que no hay nada más placentero que salir con la bici a pedalear un buen rato. Aun así, en el mundo del mountain bike no todo es placer, porque toda bicicleta necesita de su debido mantenimiento y cuidado para que responda como se debe y no nos deje a pie en el medio del camino. Una cuestión muy importante para conservar sus componentes y piezas móviles es el engrasado. A continuación, vamos a repasar cuáles son las partes que debemos controlar y lubricar.
Cadena: podemos decir que sin cadena no hay bicicleta. Mantenerla lubricada es fundamental para reducir su desgaste y prolongar su vida útil. Lo aconsejable es el limpiarla y lubricarla antes de cada salida, pero no necesariamente debe ser así. Todo depende del uso que le demos, no es lo mismo una salida corta en la semana por caminos asfaltados que entrenamientos largos por terrenos agrestes y con mucho barro.
Antes de lubricar es clave limpiar la cadena para remover toda la mugre que se ha ido adhiriendo a la misma. Para ello podemos usar un desengrasante para bicicletas, agua y después el lubricante que más nos guste. Es una tarea no muy complicada que tranquilamente podemos hacer en casa.
Así podrían ser las mountain bikes en 2030
Pedales: a muchos esto los puede tomar por sorpresa, pero los pedales necesitan ser lubricados cada mes o mes y medio en la zona de la rosca. Muchos obvian esto y prefieren que se encargue el mecánico cuando realiza el mantenimiento correspondiente.
Si utilizan pedales automáticos, algunos recomiendan aplicar una pizca de aceite en las zonas de enganche para que haya una mejor interacción entre ella y las calas de las zapatillas.
Bielas: el eje de las bielas es una pieza que prácticamente no tenemos en mente porque nunca la vemos, pero su importancia es fundamental para aprovechar al máximo la energía de cada pedaleada. Su desmonte no es difícil, solo aflojar unos tornillos. Con aplicar una fina capa de grasa al eje unas tres o cuatro veces al año, nos aseguraremos un rendimiento óptimo.
Transmisión: además de la cadena, el cassette de los piñones, los platos y hasta los cambios necesitan están adecuadamente lubricados. En particular esta última, que está muy expuesto y suele ensuciarse fácilmente. Todos los componentes de la transmisión antes deben ser limpiados antes de lubricar.
Stem: suele pasar desapercibido salvo que se desmonte la bicicleta. Desarmar el stem es muy fácil e intuitivo, solo hay que aflojar los tornillos que lo sujetan. Un poco de lubricante mejorar significativamente su rendimiento.
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