La tendencia actual en la fabricación de pistolas semiautomáticas se divide en diseños basados en las patentes vencidas de las Glock y otros más tradicionales de armazones metálicos con martillos externos. Todas estas derivadas del sistema de cierre Browning modificado. Cuando no parecía que pudiera haber algo diferente, en enero de este año se presentó una pistola con líneas absolutamente innovadoras: la semiautomática RIA 5.0, creada con un sistema de operación nuevo por completo. La firma que la produce es la filipina Rock Island Armory/Armscor USA y, en lugar de fabricarse con partes de aquellas islas, está íntegramente elaborada en el país norteamericano, más precisamente en la localidad de Cedar City, estado de Utah.
Sabido es que los cartuchos de alto poder (alta presión), como ser el 9 mm Parabellum, .45 ACP, .40 S&W y otros no pueden dispararse en pistolas que cuenten con un cierre no calzado (que comience a abrirse la corredera ni bien se dispara el cartucho), ya que las presiones hacen reventar las vainas. La excepción de esto es el conjunto de pistolas como la Astra 400, que dispara el cartucho 9 mm largo de alta presión gracias a venir provista de un muy fuerte resorte recuperador. Pero el empleo de este último requiere buena dosis de fuerza para accionar la corredera. Por tal razón, toda pistola moderna o antigua de uso práctico debe tener algún tipo de acople entre el cañón y la corredera para que la apertura de la recámara se demore. De esta manera, el proyectil sale del arma en un lapso suficiente para que la apertura de la recámara se realice cuando las presiones de los gases de pólvora hayan bajado lo necesario para que la vaina del cartucho no reviente.
Sistema de operación
El sistema de cierre más utilizado por la gran mayoría de las pistolas de distintos fabricantes es el Browning modificado, derivado de las primeras Colt diseñadas por John M. Browning. Pero la RIA 5.0 cuenta con un sistema totalmente novedoso: consta de un cañón de sección casi cuadrado, que está hermanado a la corredera en su extremo anterior mediante un cilindro de cierre que calza en un rebaje de aquél. En el momento del disparo, la corredera comienza a retroceder. Entonces, la guía del resorte recuperador (de extremo chanfleado) entra en un orificio que tiene un rebaje en plano inclinado. Esto hace que el cilindro de cierre descienda hasta que libera al cañón de su encastre. De esta forma, el cañón continúa hacia atrás con el block de cierre. Hacia el final del recorrido de estas piezas se desacopla el block del cañón y expone la recámara, a la vez que se produce la extracción de la vaina servida.
Se buscó en su creación maximizar la masa del cañón, a la vez de proveerle un movimiento lineal para obtener un muy suave retroceso. El genio creador de este sistema se llama Fred Craig, el mismo desarrollador del cartucho .22 TCM (la “C” de esta sigla es por su apellido). Luego de este desarrollo, Craig renunció a Rock Island Armory para fundar su propia compañía.
¿Pero qué ventajas tiene este sistema respecto del tan difundido Browning? En principio, el cañón funciona deslizándose linealmente. No requiere bascular hacia abajo ni girar para que se realice el ciclo del disparo. Esto se traduce en mayor precisión, dado que el ajuste de las piezas requiere menos tolerancia. Mejor aún, este sistema permite bajar el eje del cañón, lo que se suma a una empuñadura que mantiene la mano muy cerca de la corredera. Lo que da como resultado que la cupla –o momento de la fuerza del retroceso– se reduzca al mínimo (por estar la mano tan cerca del eje del cañón), lo mismo que la elevación de la boca del arma en cada disparo. O sea, dicho de otra manera, esta configuración de mecanismos y diseño optimizado permite tiros muy rápidos y precisos. Cualidades sumamente buscadas en armas para competencia, pero también en el área del tiro de defensa. En los videos que circulan se aprecia esta cualidad.
- Mecanismo de disparo. A simple vista, la RIA 5.0 parece un típico clon de Glock con algunas variantes. Pero no es así, ya que además de ser el sistema de operación completamente distinto, esta arma cuenta con un martillo interno, el que solo puede observarse desde una abertura posterior de la corredera. Dicho martillo está incorporado en el extremo posterior del armazón. De esta manera, el percutor es mucho más liviano que los de pistolas de aguja lanzada que carecen de martillo.
- El frame o armazón. Esta parte del arma es modular de dos piezas. La superior, de duraluminio, cuenta con un rebaje interno para el block de cierre reforzado con acero, a fin de prevenir el desgaste. Las guías internas del frame, por donde se desliza la corredera, son del estilo CZ-75. El grip en sí es de polímero, con lomos (o backstraps) de distinta altura para adaptarlo a la mano del tirador. Incluye al arco de guardamonte, que es del mismo material sintético.
- Las miras. Los aparatos de puntería de la RIA 5.0 se componen de un alza marca LPA, regulable en altura y deriva, y un guión Dawson Precision con inserto de fibra óptica. Existe otra versión que cuenta con una mira de punto rojo marca C-More modelo RTS2, a un costo mayor. La cola del disparador, por su parte, parece ser una evolución de la que traen las Glock, pero el escape del mismo ronda –de fábrica– en los 2,5 kg, por lo que sin dudas es bastante suave.
- Impresión inicial. Hasta el momento del cierre de esta edición no conozco ningún importador ni particular que haya ingresado alguna pistola RIA 5.0 en nuestro país, pero espero poder probar alguna de ellas pronto. Luego de una vida disparando infinidad de modelos de armas de fuego, no puedo evitar el deseo de gastar un par de cajas de municiones con una pistola de características tan diferentes en lo que a mecanismos se refiere. Esperando esa oportunidad, valga el presente adelanto para anunciar la llegada esta novedosa arma al mundo.
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