Don Edgardo, restaurante que sólo abre de noche, es un alto obligado en Villa Unión. Foto: Patricia Daniele

Don Edgardo, restaurante que sólo abre de noche, es un alto obligado en Villa Unión. Foto: Patricia Daniele

Don Edgardo, restaurante que sólo abre de noche, es un alto obligado en Villa Unión. Foto: Patricia Daniele

Don Edgardo, restaurante que sólo abre de noche, es un alto obligado en Villa Unión. Foto: Patricia Daniele

Don Edgardo, restaurante que sólo abre de noche, es un alto obligado en Villa Unión. Foto: Patricia Daniele

Don Edgardo, restaurante que sólo abre de noche, es un alto obligado en Villa Unión. Foto: Patricia Daniele

Don Edgardo, restaurante que sólo abre de noche, es un alto obligado en Villa Unión. Foto: Patricia Daniele

Don Edgardo, restaurante que sólo abre de noche, es un alto obligado en Villa Unión. Foto: Patricia Daniele

En la bodega Sacavino Arrieta de Villa Unión se puede probar su torrontés riojano y cenar empanadas caseras. Foto: Patricia Daniele

En la bodega Sacavino Arrieta de Villa Unión se puede probar su torrontés riojano y cenar empanadas caseras. Foto: Patricia Daniele

En la bodega Sacavino Arrieta de Villa Unión se puede probar su torrontés riojano y cenar empanadas caseras. Foto: Patricia Daniele

En la bodega Sacavino Arrieta de Villa Unión se puede probar su torrontés riojano y cenar empanadas caseras. Foto: Patricia Daniele

En la bodega Sacavino Arrieta de Villa Unión se puede probar su torrontés riojano y cenar empanadas caseras. Foto: Patricia Daniele

En la bodega Sacavino Arrieta de Villa Unión se puede probar su torrontés riojano y cenar empanadas caseras. Foto: Patricia Daniele

En la bodega Sacavino Arrieta de Villa Unión se puede probar su torrontés riojano y cenar empanadas caseras. Foto: Patricia Daniele

En la bodega Sacavino Arrieta de Villa Unión se puede probar su torrontés riojano y cenar empanadas caseras. Foto: Patricia Daniele

En la bodega Sacavino Arrieta de Villa Unión se puede probar su torrontés riojano y cenar empanadas caseras. Foto: Patricia Daniele

Doña Rosa brinda almuerzos caseros en el patio de su cada de Alto Jagüé. Foto: Patricia Daniele

Doña Rosa brinda almuerzos caseros en el patio de su cada de Alto Jagüé. Foto: Patricia Daniele

Doña Rosa brinda almuerzos caseros en el patio de su cada de Alto Jagüé. Foto: Patricia Daniele

Doña Rosa brinda almuerzos caseros en el patio de su cada de Alto Jagüé. Foto: Patricia Daniele

Doña Rosa brinda almuerzos caseros en el patio de su cada de Alto Jagüé. Foto: Patricia Daniele

COMIDA CASERA

3 restaurantes imperdibles e inesperados para descubrir si andás de paseo por La Rioja

En Alto Jagüé, Los Palacios y Villa Unión se pueden encontrar esos sitios para saborear comida casera, abundante y bien preparada que deja mucho más que satisfacción. Galería de fotos.

Por Patricia Daniele

Los caminos siempre guardan un atractivo más allá de la ruta y los kilómetros que se hacen recorriéndola y disfrutándola. Pero parte de la ceremonia de hacer cientos de kilómetros por nuestra Argentina es parar, conocer a la gente y, siempre, disfrutar de los platos que preparan. Esas cosas caseras, suculentas, sabrosas que hacen que, a la vuelta, paremos en el mismo lugar hasta que se convierte en un hábito. Visitando la provincia de La Rioja, tuvimos la suerte de conocer tres de esos lugares que quedaron ya alojados en el corazón y que marcaron el placer del olor y del sabor casero. Dos están en Villa Unión y un el Alto Jagüé, lugar especial de la provincia: Se trata del comedor de Doña Rosa, la bodega Sacavino Arrieta y el restaurante Don Edgardo. Si andás por la zona, no dudes en parar ahí.

Lo de Doña Rosa

Las calles de Alto Jagüé están hundidas, o las veredas muy altas. Es que por allí pasa un par de veces al año el río que baja de la montaña y se lleva todo. En la calle principal está el comedor de Doña Rosa, pregunten y van a llegar bien. Allí hace empanadas y bollos (caprese, de cordero), algunos guisitos y vende confituras que se saborean en el patio interno, aireado y de piso de tierra húmeda. Las porciones son grandes, los sabores deliciosos y la atención sencilla, callada, pero muy atenta. De más está decir que los precios no se comparan con los de la Capital Federal. Para muchos es la parada obligada, y siempre se van con algo para el camino.

Bodega Sacavino Arrieta

Una familia cordobesa buscaba un lugar para retirarse, dedicados a la medicina y la sicología, se decidieron a comprar un terreno en Los Palacios, un pueblito chiquito muy cerca de Villa Unión e instalar viñedos con espaldera. De torrontés, claro, la cepa riojana. Se acostumbraron a que el riego es por turno y comenzaron a producir sus primeros vinos en esta bodega artesanal (con equipamiento de acero inoxidable) cuya cosecha se hace a fines de febrero para comenzar luego el proceso de fermentación. A los 14 días ya tienen esta parte del proceso terminada. En la última producción sacaron 6.000 litros de vino. De marzo a agosto lo dejan madurar, y es cuando hacen el envasado a mano, igual que el encorchado. Son vinos jóvenes, de no más de tres años, que llevan por nombre Sumalao, pero sólo cuando el enólogo les da el OK. 

Además, Luis Sacavino y su esposa Liliana Arrieta ofrecen una visita guiada a la bodega, en la que relatan todo el proceso de vinificación, que termina con una picada y empanadas caseras de carne, de masa bien sequita, que prepara la propia Liliana. Toda la familia está involucrada: es así que uno de sus hijos sirve el torrontés que se degusta (y bebe) durante la cena. Esto lo hacen todas las noches menos los lunes, y los domingos preparan un asado para el almuerzo. La experiencia se llama Empanadas, tapas y vinos al atardecer que se saborean alrededor de la mesa donde los extraños se hacen amigos, o rodeando un fogón bien caliente bajo las estrellas. Está en Bv. Principal 9550, Los Palacios.

Don Edgardo

Este es el más tradicional de todos, abre de noche todos los días pero si pasan y ven que están, seguramente les servirán un plato. El espacioso y fresco local está precedido por un patio semi techado que en verano en una delicia. En una antigua parrilla restaurada, Pablo Negrín le puso el nombre de su padre y decidió especializarse en cocina a la olla, todo muy casero pero con toques gourmet. Su lema es "Paciencia y amor en cada plato". También vende regionales y vinos locales, se pueden encontrar varias etiquetas desconocidas.

Nuestra comida fueron berenjenas a la parmesana de entrada, empanadas, unos champignones deliciosos en guisado y una espectacular carne rellena con vegetales grillados que fue imposible terminar aunque estaba muy rica. El postre, helado casero de naranja. Vale la pena. Está en Acceso Nicolás Dávila Sur de Villa Unión. Tel.: +54 9 3825 52-3752