Los objetos quedaron expuestos por la bajante. Foto: Diario Democracia

Entre los objetos hallados había varías hélices. Foto: Diario Democracia

La Laguna de Gómez tiene apenas 20 centímetros de agua. Foto: Diario Democracia

La sequía sacó a la luz objetos que estaban escondidos en la profundidad de la laguna. Foto: Diario Democracia

SORPRESA

Por la bajante, encuentran anclas, botes y hélices en la Laguna de Gómez

Los objetos fueron encontrados por un grupo de lugareños en un brazo de ese importante espejo de agua juninense ubicado entre la Ruta N° 7 y el Puente de Lincoln que tiene muy poco caudal de agua.

Vecinos de la localidad de Junín, provincia de Buenos Aires, que caminaban por la zona de la Laguna de Gómez se llevaron la sorpresa de sus vidas al encontrar una serie de objetos que aparecieron en la superficie como consecuencia de la sequía que desde hace tres años está aquejando esa región y que ha provocado que los espejos de agua se hayan quedado prácticamente secos.  

Según explicaron los lugareños al diario Democracia, entre los objetos que encontraron en un brazo de la mencionada laguna cuenca del río Salado, ubicado entre la Ruta N° 7 y el Puente de Lincoln, había anclas, botes y hélices de diferentes tamaños, pertenecientes a diferentes embarcaciones.

Sorprendidos por la presencia de todos estos elementos, los vecinos subieron varias fotos a sus redes sociales que se hicieron virales en cuestión de pocos minutos, a la vez que dieron rápidamente aviso a las autoridades municipales y policiales.

Por su parte, el Municipio aprovechó la oportunidad para recordarle a la población que, debido a la bajante que sufre la Laguna de Gómez está terminantemente prohibido la práctica de todo tipo de actividad deportiva y náutica en este importante espejo de agua que, según la Subsecretaría de Turismo de la Municipalidad de Junín, entre diciembre de 2022 y marzo de este año recibió a 92.200 visitantes.

“En el medio de la laguna, había 50 centímetros de agua, pero nos marcaba como un metro de profundidad. El tema es que eran 50 centímetros de barro, estaban las napas cada vez más altas y se nos hacía imposible para navegar”, explicó Lautaro Tablada, instructor del Club Náutico Junín.

“Ahora es imposible navegar porque está todo seco. Quedaron barcos apoyados en la tierra, y, en el medio de la laguna, debe haber apenas unos 20 centímetros de agua, no más de eso. Es tristísimo, pero es la realidad. Además, el agua no está en buenas condiciones”, concluyó Tablada.

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