Ya no es necesario pagar cientos de euros por un vuelo a Estados
Unidos o a Asia. Al menos en Europa, donde las aerolíneas de bajo
costo ya irrumpieron en el mercado y ofrecen cada vez más vuelos de
larga distancia. Sin embargo, los viajeros no deben guiarse únicamente por los precios
que aparecen en las ofertas de las aerolíneas. Según el experto en
aviación Heinrich Grossbongardt, en todo el mundo hay alrededor de 20
empresas low cost que operan vuelos de larga distancia.
Eurowings, que pertenece a la alemana Lufthansa, la islandesa Wow Air, Norwegian o Scoot,
una nueva aerolínea de bajo costo de Singapur, son algunas de ellas.
Los precios de los pasajes que publicitan son muy tentadores, asegura Grossbongardt,
quien sin embargo advierte que muchas cobran por cada servicio adicional.
Por lo tanto, los viajeros deben contemplar costos adicionales por
las maletas, el equipaje de mano, el servicio de a bordo o la reserva
de asientos.
Por este motivo, Grossbongardt recomienda comparar siempre el precio
de todo el paquete. Muchas veces, volar con una aerolínea regular no
es mucho más caro que con una empresa económica. Las aerolíneas de
bajo costo consiguen bajar los precios en detrimento de la comodidad del pasajero.
En general, estos aviones
tienen más hileras de asientos y menos espacio entre ellas.
Según el experto, a estas medidas se suma una política agresiva de
reducción de costos de personal, que incluye el empleo de pilotos sin
contratos fijos y trabajadores provenientes de países con niveles de
salarios más bajos.
dpa
Quelle: Deutsche Presse-Agentur GmbH
Copyright: dpa
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