Los aviones y las aves no se llevan muy bien, más que nada porque estas pueden ocasionar graves daños cuando chocan o son succionadas por los motores de estas enormes máquinas. Un nuevo capítulo de esta trágica historia se registró recientemente en la Base Aérea de Getafe, Madrid, cuando un pájaro colisionó contra un A400M de la Fuerza Aérea Británica. A pesar de tu importante tamaño, la aeronave sufrió severos daños en su fuselaje.
Este tipo de accidentes son frecuentes, tanto en la aviación comercial como militar. Se suelen tomar medidas para evitarlos, como por ejemplo usar halcones para alejar a las aves de las pistas aéreas, pero a veces con eso no alcanza. La cuestión es un tema serio, ya que un pájaro que es succionado por un motor puede provocar que el mismo se detenga.
Hace poco más de un mes se dio un hecho muy similar con otro A400M, en este caso del Ejército del Aire español, que colisionó con un ave muy grande cuando despegaba de la Base Aérea de Zaragoza, lo que le provocó un enorme agujero en el fuselaje.
Yendo más atrás en el tiempo, uno de los casos más graves se dio el 16 de agosto de 1994, cuando un buitre fue ingerido por el motor derecho de un EF-18 español. El incidente provocó que el motor se detuviera, el piloto tuviera que eyectarse de emergencia y el cazabombardero terminara estrellándose.
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