Europa decidió abrir sus fronteras este miércoles 1 de julio a unos 15 países que, por su situación epidemiológica, de reciprocidad o vínculos con la Unión Europea, son seguros tanto para los viajeros que podrán entrar a los países del eje comunitario como para sus ciudadanos que los reciban o viajen a otros lugares (entre ellos Uruguay). Los epidemiólogos consultados señalan que desplazarse es seguro pero no podrán faltar en la maleta del turista las medidas de protección (mascarilla y productos de higiene) y extremar la seguridad en el destino, evitando, por ejemplo, las aglomeraciones. Antes de la pandemia, la UE permitía entrar con visado en el espacio Schengen -zona libre de fronteras en el que están los 26 países que lo integran- a los ciudadanos procedentes de 105 países, así como a los de otros 67 sin visa. Esta lista es la que se ha reducido a 15.
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Por eso hay que tener en cuenta las precauciones que cada viajero debe tomar a partir de ahora, porque no hay quien frene al coronavirus en un aeropuerto. Toni Trilla, jefe del servicio de Medicina Preventiva del Hospital Clínic de Barcelona le advirtió al diario español El País de que “el riesgo cero no existe”, y agrega: “Las circunstancias que se deben de tener en cuenta son que, si la situación en ese país cambia y cierran fronteras, cuál es el grado de fiabilidad que te da para poder regresar a tu sitio de residencia y, si te pasa algo allí, qué sistema sanitario y cobertura de seguro tiene, o incluso la posibilidad de repatriación”.
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Otro elemento a tener en cuenta para valorar el riesgo que supone esta apertura de fronteras es la posibilidad de seguimiento y trazabilidad de los contactos. Es muy importante la capacidad que tengan las autoridades para seguir la pista de cualquier turista. Cada persona tiene que saber que si se enferma tiene que avisar al sistema de salud local y éste ser capaz de hacerle un seguimiento con una dirección y un teléfono donde localizarlo. Si se cumplen los criterios epidemiológicos de cada país, el caso de los turistas no es tan arriesgado. Solo hay que ser más estrictos y es fundamental saber de los viajeros que llegan, a qué van y dónde localizarlos.
En cualquier caso, en lo que sí insisten los epidemiólogos consultados por el periódico español es en que los viajeros tendrán que llevar en la valija y en la mente las medidas de precaución básicas de higiene: mascarilla y distancia. Y evitar un viaje a lugares donde haya grandes congregaciones de personas.
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