Por varios motivos, muchos consideran en algún momento encarar un viaje en solitario. Obviamente, las dudas y los temores no tardan en llegar. Para aquellos dubitativos, solo tienen que tener presentes los siguientes tips y empezar a pensar en su próximo destino:
Tres hoteles que son un destino en sí mismos
Llegar de día. Si visitás un lugar por primera vez, la luz del día siempre te dará mayor sensación de seguridad hasta que te familiarices con tu nuevo entorno.
Elegir el destino perfecto para uno. Hay que tener en claro qué es lo que uno busca: cultura, naturaleza, experiencias extremas, vida nocturna. Cada destino tiene sus puntos fuertes que van más en concordancia con las preferencias de cada uno. Ir a Nueva York o a Machu Picchu claramente no es lo mismo.
Aprender un poco del idioma local. El inglés es fundamental a la hora de viajar al exterior, pero los locales siempre ven con buenos ojos cuando uno intenta hablar en su idioma. No es necesario aprender de cero una lengua nueva, pero sí aprender expresiones básicas como los saludos o decir “sí” o “muchas gracias”.
Llevar cosas que te inspiren. Música, libros o algún amuleto. Son muchas las formas que hay para activar nuestras emociones y cambiar nuestro humor, en especial en momentos donde sentimos que no estamos aprovechando al máximo el viaje.
Salir de los circuitos tradicionales. Salir de lo común da la oportunidad de vivir experiencias impensadas, además de que uno puedo conocer otros viajeros iguales a uno.
Mantenerse en contacto. Hablar con amigos antes y durante el viaje, ya sea para pedir consejos o para compartir la experiencia.
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