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TURISMO | 11-07-2018 18:02

Trekking, cabalgatas y paisajes imponentes en el oeste riojano

Las escapadas y vacaciones en el Departamento General Felipe Varela son especiales para los que buscan tranquilidad y cercanía con la naturaleza.
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Con el Parque Nacional Talampaya como gran atractivo, el Departamento General Felipe Varela del oeste de La Rioja surge como una opción para escapadas de fines de semana largos y para las vacaciones de invierno. Algunas de las razones se encuentran en que, además del Parque, hay otros sitios para conocer en este rincón del país que se va consolidando entre quienes buscan tranquilidad y aire puro, lejos de las multitudes y cerca de la naturaleza.

En los últimos años, cada fin de semana largo la ocupación hotelera llega casi al lleno y lo mismo sucede con las vacaciones, por lo cual las autoridades sugieren reservar con anticipación si se piensa visitar la zona. A continuación: los 10 puntos motivos que están poniendo a la zona entre las preferencias de los viajeros:

Villa Unión del Talampaya: cabecera del Departamento, es la base ideal para recorrer el oeste de la provincia, ya que es el centro de servicios para el turista más desarrollado de la zona. Cuenta con atractivos como el Embalse lateral, un espejo de agua artificial que fue construido para riego pero que hoy es una verdadera atracción. Además, a sólo cuatro cuadras de la plaza principal se encuentra el Mirador La Loma, que invita a subir los 136 escalones que lo separan de la base y apreciar la inmensidad del Valle del Bermejo y de la Precordillera de Los Andes. La fe también tiene un lugar especial en Villa Unión y, además de la hermosa Iglesia de Nuestra Señora del Rosario –Patrona de la Ciudad-, en el Cementerio local se encuentra el Santuario del Angelito Milagroso. Allí descansa Miguel Ángel Gaitán, un niño que falleció de meningitis en 1967 cuando tenía un año. Sus restos son exhibidos casi intactos a través de un vidrio, y gente de todas partes le lleva ofrendas, juguetes y agradece sus milagros.

Ideal para hacer actividades variadas: trekking, circuitos -a caballo, bicicleta, moto, cuatriciclo o en vehículos todo terreno-, avistaje de aves y flora autóctona, recorridos nocturnos con la luna como testigo, se cuentan entre lo que se puede hacer allí.

Banda Florida y Cañón del Triásico: cruzando el Río Bermejo desde Villa Unión, se llega a Banda Florida, un pueblo que conserva las casas de adobe y las antiguas fincas que siguen dando sus frutos; y por la calle principal el que algunos indican como el mejor pan casero de la zona. La excursión al Cañón del Triásico se realiza con camionetas 4x4: los paisajes majestuosos se combinan con lo que se aprende de las distintas eras geológicas.

Guandacol y Vallecito Encantado: desde Villa Unión, tomando la Ruta 40 hacia el oeste, se encuentra el Vallecito Encantado, un sitio que parece parte de otro planeta, con geoformas como la “copa del mundo” o el “sombrero mejicano” y los colores cambiantes del paisaje, la diversidad de minerales y las rocas curiosas presentes en cada paso. Finalizado el circuito, y ya de vuelta en la ruta, a pocos kilómetros se puede visitar el pueblo de Santa Clara, que recibe a los visitantes con la frondosa arboleda de su calle principal, en la que se encuentra la Casona de Fajardo. Allí, Nicolás Fajardo le muestra a quien aprender cómo teje en el antiguo telar. Más adelante se llega a Guandacol, segunda ciudad más importante del Departamento y de visita obligada. Sitios como la Quebrada del Alazán, la Casa de Felipe Varela, el Olivo Histórico, las teleras de Unay o el antiguo establecimiento Minero San Bernardo son para recorrer y pasar tiempo disfrutando.

Pagancillo y Los Palacios: muy cerca de Villa Unión están estas encantadoras localidades. La primera es la puerta de ingreso al Valle del Bermejo y la más cercana al Parque Nacional Talampaya mientras que Los Palacios es la cuna del vino casero del Valle del Bermejo.

Aicuña y Cuesta de Miranda: saliendo de Villa Unión por la Ruta 76, y yendo para el este por la Ruta 40, a unas decenas de kilómetros aparece la entrada al  pueblo de Aicuña. Con menos de 400 habitantes, parece detenido en el tiempo pero es un lugar pujante, lleno de gente trabajadora y emprendedora. Aicuña cuenta con su primera bodega, con el doble mérito de ser una absoluta curiosidad y de producir vinos de distintas cepas. Finalizada la visita, y siguiendo por la 40 hacia la capital de La Rioja, aparece la imponente Cuesta de Miranda, para tomar unas panorámicas de ensueño.

Excursión al Cañón de Anchumbil: caminar adentro de un cañón, con pinturas rupestres ancestrales, el curso de agua que acompaña el recorrido y la paz que transmite este lugar mágico son los highlights de este recorrido que, como la mayoría, son recomendadas para hacer con un guía local.

Gastronomía y vinos. Membrillos al malbec, uvas a la grapa, nueces, aceitunas, duraznos gigantes de sabor increíble, chivitos, humitas, empanadas, dulce de cayote, quesillo de cabra y mucho más. En cuanto a los vinos aparece no sólo el famoso torrontés sino que se encuentran exquisitos malbec, cabernet y otras cepas se producen en prácticamente todas las localidades, principalmente en Los Palacios, en la cual hasta hay una ruta del vino casero.

Su gente: la calidez con la cual recibe al visitante podría ser uno de los mayores valores de este destino. Ganas, empeño y atención de primera son característicos y se encuentran en cada uno de los sitios que se recorran.

Parque Nacional Talampaya: atractivo principal de la provincia, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2.000, es la joya absoluta del Departamento. La cantidad de personas que lo visitan crece año tras año y, al llegar, se descubren flora y fauna autóctonas, paleontología, geología, fotografía, antropología, historia, aventura, trekking y otras actividades que confluyen allí. Sus formaciones geológicas no dejan de asombrar por su diversidad, tamaño y colores y, más allá de las muchas opciones que hay para recorrerlo con las excursiones, da la sensación de que el tiempo siempre será insuficiente para poder gozarlo en plenitud.

¿Cómo llegar?

Desde todo el país se puede acceder en auto a la zona: desde San Juan, por ejemplo, a través de la Ruta 40 y la nueva Ruta 150, que lleva al Parque Provincial Ischigualasto. Desde Córdoba, por la RN 38 hasta Patquía y, desde allí, tomar la Ruta 150 para finalmente empalmar con la RN 76. Desde Buenos Aires se puede ir en avión hasta La Rioja o San Juan y tomar micros públicos o combis privadas.

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