Hace pocos días llegó a Japón el primer envío autóctono de un producto de calidad certificada y cultivado en la región patagónica. Se trata de truchas arco iris originadas en un proyecto de cultivo que planea inversiones por US$ 22 millones y tiene como objetivo alcanzar un volumen de 13.000 toneladas en sus primeros cinco años, implicando la generación gradual de 250 nuevos puestos de trabajo, no sólo en los cultivos sino también en una nueva planta de proceso a radicarse en Bariloche, permitiendo también el embarque de productos frescos a distintos mercados.
Peleando truchas bajo la nevada
Los responsables del desarrollo del proyecto son el Grupo Newsan y la empresa Salmon Trout , que tienen el objetivo de exportar y abastecer al mercado interno, e incluso sustituir importaciones desde Chile. Además, técnicamente se cuenta con la experiencia del investigador del Conicet, Gabriel Morales.
Truchas patagónicas de buen porte
El director nacional de Acuicultura, Guillermo Abdala Bertiche, señaló que la carga inicial fue de 15 toneladas y el cultivo se realiza principalmente en los embalses Alicurá y Piedra del Águila, sobre el río Limay. Ambos cuentan con estatus sanitario certificado por SENASA.
50 años hablando de pesca con mosca
50 años reflejando la pesca de truchas
Hay que mencionar que hace unos meses, la empresa Idris había exportado otra partida de truchas al mercado nipón, pero en ese caso el producto se procesó en Chile, desde donde se envió al destino final.
En relación al crecimiento, Bertiche explicó a LM Neuquén que “El tiempo va a depender de varios factores: genética, temperatura, densidad de cultivo, frecuencia y calidad del alimento, entre otros. Algunos productores informan que llegaron a tener truchas que pasaron de 500 gramos en 8 o 9 meses a 2 kilos cuando cumplieron 20 meses, otros llegan a los 3 kilos en 24 meses. Es variado el desempeño, según la tecnología y las clasificaciones de tipo de cultivo y alimento”.
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