Pesca responsable: cómo devolver un pez al agua

Retornar un pez a su medio no es una tarea sencilla, pero tampoco tan complicada. No quiero decir que sea un pecado o un crimen matar un pez para comerlo en el lugar, cuando el reglamento lo permite. Pero de ahí a hacer matanzas hay un paso largo. En unos pocos consejos puede conocerse qué hacer y cómo para devolver un pez al agua.

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Luchá con el pez lo menos posible sin comprometer el placer de la pesca. No es cuestión de traerlo por el aire y aburrirse, pero tampoco de someterlo a un estrés destructor por el aumento del ácido láctico en su cuerpo.
No usés bichero.
No siempre se daña más al pez usando señuelos con triples. Esta es una falacia que no tiene comprobación estadística con los peces de nuestro país. A veces con un solo anzuelo y carnada, los peces tragan mucho más y se producen heridas más profundas, que con un señuelo que lastima, pero en superficie.
Si el pez tiene el anzuelo tragado, cortá la línea y devolvelo de inmediato. El proceso de oxidación de los anzuelos termina por destruirlos. No demorés mucho tiempo en intentar quitarle el cuerpo extraño sin lastimarlo, porque resulta muy dañino para el pez estar mucho fuera del agua.

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El uso de anzuelo sin rebaba ayuda mucho a la devolución y también si, por desgracia, se lo clava un ser humano.
Asegurá al pez por el cuerpo y no toqués sus branquias. Si es posible sacate la foto con el pez en posición horizontal.
No dejés que el pez tome contacto con tierra.
No pasés las manos o un trapo por el cuerpo del pez, pues le retirarás el moco protector y, con ello, contraerá hongos y enfermedades.
Dejá que el pez descanse en el agua antes de largarlo. No lo muevas para atrás y para adelante. No lo arrojés por el aire ni lo dejés a merced de la correntada. Solo algunos peces de profundidades marinas hay que lanzarlos potentemente cabeza hacia adelante.
Incentivá a otros pescadores y a los guías a practicar el catch and release para la preservación de las especies.

Cuidado de las especies

En algunos estados de los Estados Unidos, como Oklahoma, pescar una cantidad excesiva de peces y repartirlos entre vecinos es considerado crimen de desperdicio, sujeto a multas. Justifican la medida en que esto implica menos venta de licencias de pesca y se venden menos equipos y elementos de pesca, es decir, genera menos recursos en torno de un sector tan importante que, en algún momento, y solo para dar una idea, empleaba más personas que General Motors en todas sus fábricas en el mundo entero.