Las grandes lluvias que se presentaron a finales del pasado año, tras un largo tiempo de seca afectaron a muchos ámbitos de todo el país. Por caso, en diciembre contamos la historia de un grupo de pescadores cordobeses que eligieron la localidad de Florencia, en el norte de Santa Fe, para pescar, para lo que debieron navegar 40 minutos en lo que era una ruta para llegar a Puerto Piracua, un verdadero safari esquivando camalotes, árboles o alambrados, entre otras complicaciones, para llegar a destino y lograr una excelente faena.
Por aquellos tiempos, en dos días consecutivos cayeron dos puentes. El primero, llamado "El Chara", de aproximadamente 45 metros de longitud y que conectaba Florencia con la zona de Puerto Piracuá. El segundo, conocido como "El Dorado", tenía alrededor de 35 metros, era de madera de quebracho y fue construido por la empresa La Forestal en el siglo pasado. A lo largo del tiempo, varios pilotes se habían desprendido de la estructura central debido a la acción del agua para finalmente terminar cediendo e impidiendo la comunicación entre las localidades.
Irrupción de los dorados a Puerto Piracuá
Todas esas complicaciones llevaron a muchos de los prestadores que brindan servicios en la costa del río Paraná a trabajar incansablemente para poder abrir sus instalaciones y ofrecer las prestaciones adecuadas al aficionado. Según nos decía Ariel Vallejos de Florencia Lodge, en inmediaciones a Puerto Piracua, recién a mediados de junio pudieron arrancar la temporada y, aún con algunas complicaciones para llegar, la afluencia de cañófilos fue incesante, ya que la excelente pesca era el potente imán que tenía la zona.
En este momento, con artificiales se están dando excelente calidad de surubíes, ejemplares de muy buena talla que toman distintos señuelos. Para los que gustan de pescar con carnadas, la especie también está firme, aunque los portes son menores y se suelen tentar los cachorros. Pensando en los dorados, la situación es similar, con mucha actividad en fly como en bait o spinning, en una agua clara y verde ideal para estas modalidades.
Ahondando en el fly cast, hay que decir que, con una coloración ideal en el agua, se levantan dorados de 4 a 5 kilos, mezclados con algunos de 2 cifras. Además, la chance de los pacúes, otra increíble especie que podemos pinchar en esta modalidad tan deportiva. Para tentar a los dorados, usaremos líneas de flote, moscas lastradas con ojos de plomo, de silueta larga y unos 15 cm, para que simule un pez nadando en la corredera, trabajando pescando tanto barrancas como troncos y bancos de arena, según el comportamiento de los dorados.
Momentáneamente se llega en balsas, el acceso obliga a un esfuerzo especial pero el premio está en la calidad y cantidad de piques, con un pez que es de los más deportivos de agua dulce del mundo, en uno de los destinos más atrayentes en el último tiempo. Puerto Piracua es un paraíso que todo pescador merece conocer.
Servicios:
- Florencia Lodge: Tel.: (03482) 606378. En redes: Facebook.
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