En la revista Weekend de enero anticipamos una gran pesca que se cumplió. Difícil y apasionantes, las corvinas negras explotaron en un mes con buenos piques en la Albufera de Mar Chiquita, en la provincia de Buenos Aires.
La pesca deportiva de las Pogonias Cromis, más conocidas como corvinas negras, es una de las que conforman el Grand Slam de especies que podemos capturar desde la costa de nuestro litoral marítimo. Al igual que los lenguados y tiburones, requieren de técnicas específicas y motiva a pescadores exigentes a mejorar en búsqueda de dar con ellas, un esfuerzo que se justifica cuando se clava un ejemplar.
Muchas veces, el servicio de un guía nos lleva a cumplir los objetivos de una pesca donde el factor suerte cumple un papel preponderante, pero otras, como en esta ocasión, la experiencia adquirida a través de los años, hace que pescadores que no son locales puedan meter excelentes resultados.
Walter y Ezequiel Vélez, de la ciudad de Tandil, acompañados de Pedro Olivera, de la localidad de San Manuel, vienen metiendo grandes capturas de corvinas negras en el sector de Piedra de los Vidaleros, una zona en donde un vestigio del macizo de Tandilia aflora a unos 150 metros de la costa, que ofrece un fondo rocoso donde se crían crustáceos que son el alimento favorito de la especie buscada.
A unos 1.000 metros hacia el sur de Mar Chiquita, tomando como referencia la última calle asfaltada, y donde es clave contar con vehículos 4x4 para sortear el médano inicial o deberemos hacer grandes caminatas con el cansancio que conlleva semejante empresa.
Hace muchos años que este grupo vacaciona en el lugar, y este año contó con la ausencia de tres pescadores, dos serranos, Pablo Lagos y Matias Velez, junto a Nahuel, quien desde Mendoza se une al grupo de familias que frecuenta la zona y va por la excelente pesca que cuenta la Albufera.
La carnada para la negra la obtienen en el mar, en bajante, donde encuentran el cangrejo colorado en los pozones de piedra. Con él, dieron con grandes piezas que fueron de los 8 a los 17 kilos, con la sorpresa de un pique muy sostenido en los últimos días, algo anormal para estos años, ya que de meter dos o tres por días, hubo jornadas que lograron alrededor de 10 capturas, tanto con aparejos fondeados como también, a tiro de caña.
Felicitaciones a nuestros amigos, un premio a la constancia y a la dedicación para lograr resultados como estos, con las negras y también con los lenguados que estuvieron muy firmes por estos días. La pesca está, sólo hay que buscar las condiciones adecuadas e ir por ella.
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