En tiempos que la especie se vuelve un imán para los pescadores que disfrutan de su pesca tanto con carnada como con artificiales, la tararira volvió a adquirir notoriedad a nivel nacional por un hecho acontecido días pasados en la ciudad de Anisacate, ubicada en el departamento de Santa María, 40 kilómetros al sur de la capital cordobesa. La situación se dio en el río homónimo de la localidad, cuando un niño de 3 años se encontraba jugando en el agua y sufrió el ataque del pez. Aunque puede ser considerado algo inusual, esta situación se repitió en otros años en otros puntos de la provincia.
Según el relato de la madre del niño, estaban disfrutando de una jornada familiar en la bajada al río de calle Comechingones cuando el menor fue mordido de repente por la tararira. De acuerdo a los lugareños, es la primera vez que se ha detectado un caso de este tipo en el lugar. El niño fue llevado rápidamente al hospital más cercano, donde recibió atención médica. Afortunadamente, la herida no resultó grave, aunque sí requerirá cuidados.
La tararira si bien no ataca a personas, se sabe que, durante la temporada de desove, entre octubre y noviembre, se vuelven más agresivas al defender sus nidos. Los expertos confirman que ese comportamiento agresivo de la especie puede estar relacionado con su ciclo reproductivo, lo que los vuelve más territoriales. Las autoridades locales recomiendan a los bañistas tomar precauciones adicionales en los ríos, especialmente en estas épocas, en un ambiente natural donde el comportamiento puede ser impredecible. Aunque los pescadores vadean ríos, arroyos y lagunas con vestimentas acordes, waders o botas, en caso de no hacerlo siempre es recomendable moverse lentamente en el agua para no alterar a los peces que pueden estar en proceso de reproducción y evitar zonas que denoten la presencia de la especie.
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