No es la primera vez que nos ocupamos de esta especie en particular. Si hacemos un poco de historia, el ingreso y pesca del bagre de mar en otras épocas se limitaba al mes de noviembre de cada año, a lo sumo desde mediados de octubre, y en donde no se realizaban cuantiosas capturas. De repente, se podía dar con un par de bagres de mar que rondaban entre los 9 y 18 kilos siempre hablando de pescarlos a caña, con registro de algunas piezas de más de 20 kilos.
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El ingreso de las distintas especies se fueron modificando año a año, de esta manera tenemos registros en donde se dieron capturas de bagres de mar durante todos los meses en mayores cantidades pero de menor tamaño. De la misma manera, en algunos años, también se registraron capturas desde junio a enero.
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Vayan a partir de aquí algunos consejos técnicos, para obtener la mayor satisfacción a la hora de ofrecer cebos, desde embarcaciones, a esta especie tan generosa con el pescador deportivo.
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FONDEO: Para nuestra zona en particular (Paraná Guazú y Paraná Bravo), es una pesca muy tediosa la de esta especie ya que se la busca en profundidades que van de los 20 a más de 30 metros, por lo que en principio tenemos que mencionar que el fondeo se tiene que realizar con un ancla o grampín con un peso mínimo de 6 a 7 kilos; en algunos casos, dependiendo de cómo este corriendo el agua, deberemos utilizar hasta 10 kilogramos de peso, o dos anclas con una extensión de cadena de unos tres metros y un largo de cabo multiplicado por tres el largo de fondeo. Esto es, si fondeamos en los 30 metros necesitaremos mínimo 90 metros de cabo, evitando así que al cruce de grandes buques la marejada no levante el fondeo y comencemos a garrear con el ancla.
SEGURIDAD: Dato no menor es tener en la punta del cabo un bidón plástico vacío de unos 20 litros atado, esto es en el caso de estar en el rumbo de los grandes buques y ante el inminente cruce de uno de ellos, debemos rápidamente levantar los equipos que estén en el agua, soltar el cabo de la cornamusa con el bidón atado al agua y corrernos rápidamente de esa posición. Una vez que el buque pasó, volver a tomar el bidón con el cabo y amarrarnos de nuevo en el sector de pesca.
LEVAR ANCLAS: Cuando llega el momento de levantar anclas o el grampín se puede hacer a todo pulmón, en general es una acción que se realiza con un mínimo de dos personas, o se puede utilizar el llamado desancle marroquí, que consta de un bidón de 20 a 30 litros vacío, por el que pasa, a través de la manija, un grillete náutico al que se le coloca un aro de acero inoxidable o de varilla del 8 de unos 15 centímetros de diámetro. El aro debe estar abierto y en sus puntas contar con dos ojales para introducir en el eje del grillete; previamente se debe pasar por el aro el cabo del ancla o grampín.
Así podemos tirar el bidón al agua con la embarcación en marcha, ya sea hacia atrás o pasando por unos de los laterales hacia adelante. El bidón se encarga de levantar el cabo y el ancla del fondo y solo nos resta juntar el cabo.
EQUIPOS Y CARNADAS: Los equipos para esta pesca tienen que estar compuestos por cañas de dos tramos, telescópicas, o varas de un tramo de entre los 2,70 metros y 3,50 metros, cuanto más largas mejor porque mas palanca tendremos para subir las piezas a bordo. Los reeles pueden ser frontales o rotativos con una capacidad mínima de 200 metros de nylon del 0,40 mm, anzuelos corvineros 7/0 a los que encarnaremos con tentáculos o aletas de calamar, anchoítas o sardinas frescas.
Si el encarne se realiza con calamar, simplemente se lo coloca en el anzuelo realizando un par de pasadas. Si elegimos anchoítas sugiero utilizarlas enteras, pasamos el anzuelo de ojo a ojo y la levantamos hacia arriba del anzuelo continuando por el nylon de la brazolada. De esta forma procedemos al atado con hilo elástico, poniendo mucha atención en el final de la anchoíta con su cola que debe quedar prolijamente atada contra el nylon de la brazolada, dado que si queda abierta hacia afuera va a girar y, como siempre digo, carnada que gira no pesca.
La carnada puede moverse de derecha a izquierda o en sentido contrario, puede subir y bajar o viceversa, lo único que no puede hacer, y esto es para la pesca de todas las especies, es girar. Para comprobar si la carnada gira, apoyamos la carnada en el agua antes de realizar el lance.
Los encarnes con sardinas frescas y si son pescadas en el día mejor, pueden hacerse cortadas en trozos y pinchadas en el anzuelo, sin necesidad de atado. Finalmente y en cuanto a los plomos a utilizar, dependiendo de la profundidad y correntada del día, estos tienen que tener un peso entre los 250 y los 700 gramos, porque de no contar con la certeza de que los plomos están haciendo fondo, nunca tendremos respuestas efectivas de piques de esta especie. Esto lo podemos ver a través de la puntera de nuestra caña, es decir el tramo superior se presenta arqueado, pero lo que nunca tenemos que ver es que la puntera de la caña tenga movimientos hacia adelante y hacia atrás; esto nos está indicando que nuestros plomos no están haciendo fondo sino que están trabajando, como se dice, a media agua.
OTRAS CONCLUSIONES: Estas son mis sugerencias con años de pesca de esta especie en nuestra zona, claro está que por otra parte hay quienes intentan con varas o cañas cortas y equipos denominados livianos o de bajo perfil, utilizando en los reeles multifilamento y plomadas livianas con ganchos, tratando de esta manera que queden agarradas al fondo, lo que por mi parte probé sin resultados positivos y, en muchos casos, en donde vi prender algún ejemplar con estos equipos y modalidad, fue realmente un sufrimiento para el pescador sacar del fondo a 30 metros de profundidad o más, tarea que se complica aún más con el agua en contra. Y todo por ejemplares que en algún caso no superaban el 1,500 kilo de peso, por lo que ante la captura de piezas de cinco kilos o más pueden ustedes imaginar la multiplicación del esfuerzo.
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