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PESCA | 03-02-2018 08:48

San Cayetano marca tendencia con su pique

El conocido balneario es uno de los destinos ideales para que los pescadores puedan disfrutar de una gran jornada junto a la variada costera. Galería de imágenes.
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Seguimos disfrutando de una excelente pesca en todo el corredor de la costa atlántica, pero esta vez decidimos desviarnos del Partido de la Costa y llegar hasta San Cayetano. Un pesquero que siempre suele darnos algunas sorpresas. San Cayetano es un pueblo distante a unos 600 km, partiendo desde Buenos Aires, que nos regala un sector de amplias playas resguardadas por sucesivas cadenas de médanos que muchas veces sirven de reparo para pasar un hermoso día de playa junto a la familia.

Posee una pequeña villa turística rodeada de frondosos pinares que le dan color y aroma singular a todas las construcciones cercanas al mar. Sin duda, los veraneantes que lleguen a este destino disfrutarán de una asombrosa tranquilidad, sólo afectada por los sonidos de la naturaleza. Todos los años encontramos algún adelanto en esta pequeña población gracias al esfuerzo realizado por empresas privadas y a los aportes de la Secretaria de Turismo. Otra de las cosas que observamos cada vez que llegamos aquí es el avance y crecimiento de su actividad comercial.

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Paraíso de la pesca costera

San Cayetano quizás no sea de los pesqueros más tradicionales de nuestra costa atlántica, pero todos los pescadores que llegan hasta aquí se van muy conformes, tanto con la pesca realizada como con la siempre confortable atención de sus habitantes, que hacen lo imposible para que todos los años querramos volver a disfrutar de este paraíso.

Con las vacaciones de verano ya en curso, nos juntamos entre algunos amigos para organizar un viaje relámpago hacia este tranquilo pueblo del sur de la provincia de Buenos Aires para relevar una vez más las bondades de su pesca costera.

Los días no venían siendo los mejores y los anuncios tampoco eran tan alentadores, igualmente procuramos no olvidarnos nada y emprender el viaje con un solo objetivo, disfrutar de la compañía de amigos e intentar pescar algo.

Antes de llegar a la playa, hay que pasar por el pueblo y la parada obligada es la casa de pesca El Calabrés, del querido amigo Carlitos Di Loreto, quien siempre junto a su familia nos recibe con los brazos abiertos y los mejores comentarios acerca de cómo está la pesca en el lugar. Avisándole que llegábamos a determinada hora, no dudó en prepararnos algo y describirnos detalladamente cómo y qué había que hacer para no fracasar y aprovechar los momentos de pesca.

Mientras comíamos y las anécdotas iban desfilando una tras otra, decidimos hacer una corta sobremesa para descansar y comenzar bien tempranito nuestro día de pesca. Antes del amanecer ya estábamos listos para arrancar hacia el balneario cuya ribera posee una extensión de casi 35 km de arena impecable, playas muy anchas, médanos limpios y otros con algo de vegetación. Sus costas están desnudas y algunas tienen afloraciones de rocas, barcos hundidos y canaletas profundas cerca y a media distancia de la orilla.

En resumen, contamos con todos los condimentos para lograr excelentes pescas y de las más diversas especies. El mar estaba un poco embravecido debido al viento, que sopló durante la noche, pero con tendencia a parar, cosa que sucedió muy poco tiempo después, aunque el día seguía tormentoso y con nubes grises.

Equipos utilizados

Comenzamos a preparar todos los equipos para apurar la posibilidad de pesca lo máximo posible. Para pescar desde la costa en San Cayetano es conveniente llevar equipos de lanzar tanto para frontales como rotativos y cañas cortas para intentar la pesca entre las piedras. Las cañas de lance que se están usando ahora van desde los 3,90 hasta 4,50 m de largo con diferentes potencias que varían según la modalidad de casteo y el peso del plomo que vamos a arrojar. Los reeles, tanto frontales como rotativos, los cargamos con nylon 0,25 mm y otros con 0,31 mm. Podemos afinar un poco más pero corremos más riesgos de corte. Los pescadores que tiran penduleando suelen cargar las bobinas de sus reeles con monofilamento más fino, para lograr mayor distancia.

Con los reeles cargados debemos agregarle a la línea una salida del 0,60 al 0,80 mm, según la potencia del tirador y sobre este chicote irá armada o atada la línea. Al equipo principal vamos a agregarle líneas tradicionales de uno o dos anzuelos y algunas de las denominadas byclip.

También debemos llevar varios tipos de plomos en distintos pesos y formatos, hilo elástico para atar la carnada, tablita y cuchillo, posacañas y una conservadora con hielo para mantener siempre fresca nuestra carnada. Con todo resuelto y los equipos preparados, las primeras líneas fueron arrojadas dentro del mar, y las cañas dejadas en los haraganes con su estrella un poco floja. La vista la manteníamos clavada en las punteras para ver si notábamos algún pique.

Variada en un día gris

Al principio estuvo medio duro el tema, hasta que comenzó a moverse la marea. El primero que saltó como un resorte fue Carlitos, que veía como se arqueaba su caña y, a los pocos minutos, doblete de corvinas rubias ya salían para ser fotografiadas. Luego, los piques fueron una constante con buena variada en todas las cañas. Juan tampoco daba tregua y ampliaba la variada con algún melgacho, roncadoras y hasta una corvina de perita. El cielo seguía amenazante pero los pescadores no se movían, los piques eran continuos y sólo variamos de lugar para intentar con otras especies como el sargo, pero esta vez no tuvimos suerte.

Llegamos a una parte de la costa cercana a la canaleta y los tiros se hicieron más cortos y fáciles. Ante cada una de las capturas o piques, siempre es conveniente revisar y cambiar tiro a tiro la carnada, presentándola de manera normal y bien prolija. La variada siguió firme en todos los aspectos pero la tormenta nos invitaba a retirarnos y le hicimos caso.

Satisfechos con el relevamiento realizado, juntamos todas las cosas, cargamos los vehículos y despacito dejamos la playa justo cuando comenzaban a caer las primeras gotas de lluvia.

A todos los pescadores y amantes de la tranquilidad les recomendamos tener en cuenta este paraíso llamado San Cayetano. Allí sólo van a encontrar confort y buenos momentos, dos ingredientes súper necesarios para pasarla bien con amigos y familia, y disfrutar de una gran jornada.

Nota completa publicada en revista Weekend 545, febrero 2018.

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Julio Pollero

Julio Pollero

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