Puerto Madero es un destino muy atractivo para emprender una travesía náutica de fin de semana. En nuestro caso, el horario y punto de encuentro fue a las 10:30 en la intersección del río Luján con el Canal de Vinculación. Todas las embarcaciones participantes estaban comunicadas mediante el canal 80 de VHF para recibir la información necesaria. La idea era, además de disfrutar de la travesía, navegar en grupo y, de este modo, aprender la derrota con todos sus altercados como, por ejemplo, la navegación del Canal Costanero, muy cuestionado por su escasa profundidad. Se trata de una salida ideal para todos aquellos que deseen tener su primer contacto con el Río de La Plata, lo que muchos llaman río abierto. Por supuesto, lo primero que debemos hacer es la previa consulta al servicio de meteorología para tener una navegación segura y placentera. Nunca es recomendable atravesarlo con un viento que supere los 20 km/h, porque la incomodidad para quienes nos movemos a motor es, principalmente, el oleaje producto del viento. Y en este sentido tampoco se recomienda hacer la travesía con olas que superen la altura del francobordo de la embarcación. Recordemos que el término técnico francobordo refiere a la distancia vertical medida en el centro de la eslora, entre la línea de flotación y la cubierta, por lo tanto es una medida variable que depende del peso que lleve la embarcación.
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Derrotero sencillo
Como en toda navegación, el capitán responsable a cargo de la nave debe chequear el estado y funcionamiento, al igual que llevar a bordo todos los elementos de seguridad vigentes y en buen estado en caso de que no tengan fecha de vencimiento. Debe preverse que no hay reabastecimiento de combustible en Puerto Madero, aunque tampoco es necesario recargar pues es una navegación corta: tres horas dura todo el derrotero, teniendo en cuenta que de ida se hizo todo el Canal Costanero a velocidad de desplazamiento para disfrutar de la vista de la ciudad. La particularidad de costear Buenos Aires desde el río es que la mayoría puede seguir el derrotero fácilmente en una carta de navegación, ya que casi todos pueden ubicar con cierta precisión edificios característicos y otros detalles distintivos que permiten orientarse de manera simple. Por ejemplo, en la desembocadura del río Luján en el De La Plata, a la altura de la localidad de San Isidro se observa la catedral local, un punto notable que sirve de referencia a los navegantes deportivos al venir desde aguas abiertas. Existen muchos otros, pero este en particular es el más destacado de la derrota.
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Ya en marcha, al salir del río Luján se observa a babor una baliza roja. Sabemos que estamos navegando hacia la desembocadura y que, por lo tanto, las señales laterales verdes deben ser dejadas por estribor y las rojas por babor (SIR: saliendo izquierda roja). En cuanto al Canal Costanero, es un tramo que se encuentra entre San Isidro y Olivos, aproximadamente, y que debe ser respetado minuciosamente por la baja profundidad en sus alrededores y en su cauce principal en algunos tramos. Pasado Olivos, ya la profundidad comienza a aumentar, la navegación se torna más segura y empieza a divisarse a lo lejos el ingreso a Puerto Madero por el Antepuerto Pistarini. Hace poco se ha construido una escollera de piedras como nueva de protección, a la que se llega por GPS. En nuestro caso hemos ingresado por el Km 3 del Canal Norte (entrada principal), previa comunicación por canal 72 de VHF con Control Puerto Madero.
La apertura del puente de ingreso fue a las 12 (dependiendo de la altura de la marea se puede ingresar, previo aviso, sin la necesidad de que lo levanten). Recordamos que las embarcaciones con motor interno no pueden ingresar a Puerto Madero por disposición de las autoridades del Yacht Club. Por lo tanto, quedaron abarloadas al barco multipropósito Ciudad de Rosario, como cortesía de la Armada Argentina, previa coordinación con la Secretaría General Naval. El personal de este buque colaboró en todo momento con las amarras, haciéndole sencilla la tarea a los navegantes deportivos.
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Como gentileza, el Yacht Club Puerto Madero nos asignó amarras de cortesía para todas las embarcaciones de esta travesía y, tras efectuar las maniobras de amarre, cada capitán asentó el ingreso ante las autoridades. Luego fijamos la hora de encuentro para el regreso, y los tripulantes y acompañantes eligieron dónde almorzar. Llegada la hora pactada, salimos por el Antepuerto pasando por todas las dársenas, por el centro de la nueva escollera de piedras y volvimos a la ruta principal. Es importante tener en cuenta a los veleros que navegan la zona, dado que al atardecer tendremos el sol de frente, ya que estaremos en dirección al punto cardinal Oeste, lo que puede encandilar y dificultar la visión. Y recordemos que siempre el velero que navegue a vela tiene prioridad de paso.
Sin duda, Puerto Madero es una muy linda experiencia para todos aquellos que deseen experimentar la sensación real de navegar en el Río de La Plata. Resulta una navegación segura, siempre a vista cercana de costa, y puede realizarla todo tipo de embarcaciones.
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