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NAUTICA | 19-06-2020 11:41

Cómo es el barco que atravesó la pandemia para regresar a Mar del Plata 

Juan Manuel Ballestero se embarcó hace tres meses en Portugal, navegó 8.000 km en solitario y llegó a Mar del Plata en medio de la pandemia. Qué características tiene el velero Skua. Galería de imágenes.
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Juan Manuel Ballestero arribó al puerto de Mar del Plata en un velero de casi 9 metros de eslora, luego de una travesía de más de 8.000 kilómetros en soledad desde Portugal, donde se embarcó hace casi tres meses. El hombre había salido el 24 de marzo último desde Porto Santo, la segunda isla más grande del archipiélago portugués de Madeira, tras el cierre de las fronteras por la pandemia por el nuevo coronavirus. Aventurero, surfista, socorrista, buzo y paracaidista oriundo de la localidad balnearia, completó su escala final minutos después del mediodía, cuando una pequeña ventana en medio de un fuerte temporal de lluvia le permitió ingresar al espejo de agua de la terminal marítima y amarrar en la boya de cortesía del Club Náutico. Envuelto en su equipo de agua rojo, el hombre alzó los brazos sobre la cubierta del Skua, un pequeño velero de origen Sueco de 29 pies de eslora.

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Cómo es el Skua por dentro:
El velero con el que Ballestero inicio la travesía es un OHLSON 29, un pequeño velero tipo crucero oceánico construido en fibra de vidrio, con aparejo tipo “Sloop” a tope. El pequeño acorazado a vela fue diseñado por Einar Oslson en 1969 y fabricado entre 1970 y 1976 Suecia. Los hermanos Olhson, de origen sueco, fueron grandes navegantes, y además constructores de embarcaciones altamente resistentes para poder soportar todo tipo de esfuerzos durante las travesías más duras. En apenas sus 8,85 m de eslora por 2,70 m de manga, con un desplazamiento de 3.100 kg, Ballestero tubo que vivir durante casi 3 meses atravesando oleajes y condiciones de navegación de alta intensidad, pudiendo el Ohlson 29 a través sin problemas las duras condiciones de mar.

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Una de las principales características que destaca la buena cualidad marinera del barco es su forma de quilla, con un peso de 1.250 kg y un calado de 1,60 m que le aporta al velero una condición de estabilidad que prácticamente lo hace inhundible, y que ante un vuelto, estando todo cerrado y estanco puede escorar prácticamente 180 grados y volver a ponerse de pie normalmente (adrizarse). Entra otras características que declara el diseñador sueco posee un motor interno con línea de eje diésel de 10 HP para mayor versatilidad y seguridad, un tanque de combustible de unos 40 litros y de agua potable original de 65 l, el cual fue modificado en el Skua para darle mayor capacidad, además de ser asistido con un sistema de desalinizador.

Entre las características del velamen que logro traer a Ballestero a Mar del Plata, el Ohlson 29 posee una superficie vélica que puede ir de los 25 a 34 m2, con la cual en promedio logra una velocidad teórica de uno 6 a 6,5 nudos. Desde el punto de vista técnico existen dos índices con el que se pueden medir la seguridad y el confort abordo de un velero para la navegación de alta mar. El primer factor, denominado Capsize Screening (factor de vuelco), mide la capacidad de estabilidad al vuelco de un velero, siendo valores mayores a 2 veleros inseguros y propensos al vuelco.  En este caso el pequeño pero resistente Ohlson 29 posee un valor declarado de fábrica de 1,90, lo que hace que posea una buena seguridad para enfrentar el oleaje y la navegación en alta mar, mas allá de su buena resistencia estructural.

Sobre el confort es el Motion Comfort Ratio (factor de confort) el que predice la velocidad del movimiento del velero hacia arriba y abajo, afectando a la persona en cuando a su condición de integridad física. Por lo general valores entre 20 a 30 son razonables para navegación costera y de 50 a 60 para oceánica. El pequeño Ohlson 29 según declara su diseñador posee un valor cercano a 22, lo cual demuestra la fortaleza y entrenamiento de Ballestero para la travesía, ya que el confort abordo en cuanto al movimiento podía ser en algunos casos agotador. Hablando de comodidades, el pequeño fornido Skua posee una en popa un sector de cocina y una buena mesa de navegación sobre babor, fundamental para este tipo de travesías, al centro un sector comedor amplio y mas a proa un buen espacio de guarda enfrentado a un baño con ducha y la cama doble en forma de “V” para descansar. Sin lugar a dudas, que tanto Juan Manuel Ballestero y su pequeño amigo Skua disfrutaran del glorioso sabor de la “misión cumplida”.  A fin y al cabo, el Skua como su nombre lo indica, demostró ser un gigante con garras de acero, capaz de resistir todo lo que se interpuso a su paso…


 

Martín D'Elía

Martín D'Elía

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