El capuchino Iberá, Sporophila iberaensis, es una pequeña ave granívora típica de los Esteros del Iberá y que desde hace años se encuentra en peligro de extinción. Afortunadamente, ahora esta especie pasará a estar protegida gracias a que fue declarada monumento natural por la provincia de Corrientes.
Para lograr este hito fue necesario que la Cámara de Senadores de Corrientes aplicara la media sanción que le faltaba a un proyecto de ley presentado por el defensor del Pueblo de la Provincia, César Vallejos Tressens, que proponía declarar monumento natural al capuchino Iberá.
Esta distinción implica que “se dispongan y tomen medidas tendientes a profundizar su estudio y el de su hábitat, para asegurar plenamente su conservación, evitando que por falta de medidas adecuadas se produzca su extinción”, según indica el expediente.
Abrió el Parque Nacional Iberá
Se trata de una ley de ocho artículos, que además prevé que las violaciones a la norma "serán sancionadas con multas hasta mil sueldos del Director de Parques y Reservas" de Corrientes.
Esta ave es una especie relativamente nueva, ya que fue descubierta por los investigadores del Conicet Adrián Santiago Di Giacomo y Cecilia Kopuchian, dependientes del Laboratorio de Biología de la Conservación del Centro de Ecología Aplicada del Litoral (Cecoal).
En 2016 se publicó la investigación realizada sobre el capuchino Iberá, donde se describió a la especie como un grupo de aves endémicas de Sudamérica, de pequeño tamaño, que alcanzan ocho gramos de peso y habitan en los pastizales y humedales mesopotámicos.
Estas aves se alimentan de semillas de gramíneas nativas. Además son migratorios, ya que durante la primavera y el verano se reproducen en los pastizales de Corrientes, especialmente en el Iberá y sus proximidades, para luego migrar hacia el norte, hasta el centro de Brasil y el este de Bolivia.
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