El Día de la Tierra se creó para tomar conciencia sobre las diferentes problemáticas ambientales que aquejan a nuestro planeta. Obviamente, eso incluye a las especies en peligro de extinción y a la pérdida de biodiversidad. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, aproximadamente 5.200 especies de animales se encuentran en peligro de extinción en la actualidad. En este sentido, están en peligro el 11 % de las aves, el 20 % de los reptiles, 34 % de los peces y el 25 % de los anfibios y mamíferos. Aun así, hay algunas especies que se han vuelto emblemáticas de esta cuestión. Repasamos las más conocidas.
Gorila occidental
Los gorilas se dividen entre dos especies, el oriental y el occidental, y esta última es la más numerosa actualmente, con una población que se estima entre los 80.000 y 100.000 ejemplares. Este tipo de gorila se lo considera uno de los primates más cercanos a los humanos en la cadena evolutiva.
¿Los animales tienen recuerdos?
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Viven en grupos de entre cinco y doce miembros, donde hay un macho predominante, uno o dos subordinados, y una o varias hembras con sus crías. Los machos adultos se reconocen fácilmente debido a que tienen la espalda plateada. Al igual que otras especies, la destrucción de su hábitat los ha puesto seriamente en peligro.
Oso polar
Característico de las zonas polares del hemisferio norte, el oso polar es un depredador que puede medir hasta 2,6 metros de largo y pesar hasta 680 kilos. Se alimenta de focas, a quienes suele atacar cuando emergen del agua o están tomando sol en tierra.
El calentamiento global es el principal responsable de que esta especie esté en peligro. Debido al cambio climático, las superficies de hielo son cada vez más pequeños y esto está generando que las temporadas de caza de los osos polares sean más cortas y, por ende, obtengan menos alimento durante las mismas.
Guacamayo militar
Los guacamayos militares están presentes desde México hasta el norte de Argentina, y forman parte de la familia de los loros. Uno de los rasgos más característicos de esta especie son sus colores, con su frente y mejillas de rojo carmesí, rabadilla y coberteras de la cola de azul turquesa, pico negro mate, iris amarillo y patas y dedos color gris oscuro.
Debido a la constante destrucción de su medio ambiente, el guacamayo es una especie que se encuentra muy dispersa geográficamente. Además, es un animal muy codiciado como mascota, lo que lo ha vuelto en una de las tantas víctimas del tráfico y comercio ilegal de aves.
Mandril
Con un peso promedio de 55 kilos, se los considera los monos más grandes del mundo. Son característicos de los bosques de Gabón y se cree que forman los grupos sociales más grandes de primates no humanos, llegando a convivir hasta 250 ejemplares juntos.
Los mandriles son fáciles de reconocer debido a su pelaje pardo y los colores azules y rojos que recorren su cara. Estos rasgos se obtienen con la maduración sexual y se intensifican cuando están excitados. Lamentablemente, su carne es muy codiciada en el oeste de África y ha generado un comercio importante que, sumado a la deforestación, ha puesto a la especie en peligro de extinción.
Ajolote
La particular apariencia de este pequeño anfibio es difícil de olvidar, incluso el escritor Julio Cortázar le dedicó un cuento a este inusual animal. También denominados axolotls, se caracterizan por ser neoténicos, es decir que alcanzan la madurez sexual manteniendo sus características larvarias, sin tener que pasar por un proceso de metamorfosis.
El ajolote mide alrededor de 15 cm y fácilmente se lo puede describir como un renacuajo con patas y cola. Además, tiene tres pares de branquias, ojos pequeños, piel lisa y patas con dedos finos y puntiagudos. La pérdida de su hábitat es la principal causa de que esté cerca de la extinción.
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