De forma parecida a una iguana, con un hocico afilado como aguja, es el esqueleto fosilizado de una especie de reptil marino talatosaurioque habitaba la costa de lo que hoy es Alaska, en los Estados Unidos, hace unos 200 millones de años. Datada del período Triásico e identificado a partir de un fósil solitario en el Parque Nacional Tongass, la nueva criatura lleva el nombre de Gunakadeit joseeae, en referencia al nombre que la tribu Tlingit le daba a un legendario monstruo marino. Según el artículo publicado en la revista Scientific Reports, es el único fósil intacto de talatosaurio que se ha encontrado en Norteamérica. Para el autor principal del paper, el paleontólogo Pat Druckenmiller, director del Museo del Norte de la Universidad de Alaska, es “un animal sorprendente porque tiene este hocico puntiagudo súper afilado. Literalmente, tiene forma de aguja",y describió a la criatura como "rara".
El hocico y los finos huesos en su garganta sugieren que el reptil se hundía en las grietas de los arrecifes sumergidos para succionar alimentos, en su mayoría crustáceos pequeños y calamares. Este fósil fue descubierto gracias a un golpe de suerte, cuando una marea extremadamente baja en 2011 expuso una roca sumergida, incrustada en la playa, mientras los científicos inspeccionaban el área.
Separar completamente el fósil de la roca tomó años, dijo el geólogo del Servicio Forestal de Estados Unidos Jim Baichtal, uno de los científicos que halló el espécimen. Identificarlo positivamente como una nueva especie, en el momento en que vivía el Gunakadeit joseeae, lo que ahora es el escarpado bosque pluvial templado del sudeste de Alaska, era un lugar mucho más cálido: una región costera a sólo 10-20 grados al norte del ecuador, dijo Druckenmiller. Ese territorio migró hacia el norte, presionando en América del Norte y creando terreno paleontológicamente interesante en el saliente del sudeste de Alaska.
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