Las Cataratas del Iguazú, elegidas una de las Siete Maravillas Naturales del Mundo en 2012, son un punto inevitable para visitar al menos una vez en la vida. Ubicadas junto a la tranquila ciudad de Puerto Iguazú, la gente amable de la zona está consciente de que su principal fuente de ingresos proviene del turismo y sabe cómo tratarlo. Si el visitante retorna, encontrará nuevas cosas para hacer, además de la inevitable visita a la Garganta del Diablo que atrae a personas de todo el mundo.
Una vez al mes, durante sólo 5 noches, la naturaleza brinda la oportunidad de hacer una caminata bajo la luna que comienza al atardecer. Es la mejor forma de conectarse con la esencia del Parque Nacional en el horario en que los animales autóctonos salen a explorar el área y sólo la luz de la luna ilumina el sendero. Este invierno el caudal del río Iguazú es muy abundante por lo que, de noche, ofrece una visión irreal, exuberante, de las Cataratas.
Selva nocturna
Esta aventura es familiar y apta para todo público, pero requiere de programación. Hay tres horarios para el inicio: 19:45, 20:30 y 21:15 y luego del paseo se ofrece la opción de cenar en el restaurante La Selva, ubicado allí mismo, con su deliciosa parrilla y amplio buffet salado y dulce ($ 500 por persona, con cena sin bebidas).
Nota publicada en la edición 526 de Weekend, julio de 2016. Si querés adquirir el ejemplar, llamá al Tel.: (011) 4341-8900. Para suscribirte a la revista y recibirla sin cargo en tu domicilio, clickeá aquí.
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