Varado en el Ártico, ficción con visos de realidad

Overgard (Mads Mikkelsen), un hombre varado en el Ártico, está por recibir el tan ansiado rescate. Sin embargo, tras un trágico accidente pierde la oportunidad. A partir de este hecho, debe decidir si se queda resguardado en su campamento, donde está relativamente a salvo, o si se embarca en una mortal excursión a través de lo desconocido para salvarse. 

Esta trama corresponde a la película El Ártico, que se estrena comercialmente este jueves 13 de junio.

“Nada expresa tan claramente la fragilidad de un ser humano como la imagen de un punto lejano que camina lentamente por un infinito mar de nieve blanca. Nada representa tan vívidamente su fortaleza como la imagen de un individuo que avanza en medio de una terrible ventisca, apenas visible a través de un denso polvo de nieve -relata su director, Joe Penna-. A pesar de todo eso, para mí esta película no es (o no únicamente al menos) una parábola del hombre contra la naturaleza. Trata de la persistencia del altruismo aún bajo circunstancias extremas”.

Según los realizadores, fue una película muy desafiante. Estaba previsto que el rodaje se completara en 20 días en las tierras altas de Islandia en pleno invierno. “Esto implicaba que debíamos rodar en el clima que Dios nos mandara, lo cual fue duro tanto para los actores como para el equipo de producción y mantener la continuidad fue una pesadilla. Pero de algún modo nos las arreglamos para lograr que todo saliera bien”, declara Tómas Örn Tómasson, Director de cinematografía.

Tuvieron que enfrentar vientos de más de 30-40 nudos. Lluvias heladas. Tormentas de nieve. Cierres de rutas. Camiones con equipos atascados en la nieve lejos del campamento. Y luego, hacia el final del rodaje… el deshielo. Vientos que arrancaban las puertas de los autos. Durante todo el rodaje las condiciones cambiaban de una hora a la otra, destruyendo cualquier continuidad climática.

 “A pesar de las condiciones brutales, nada logró desanimar al equipo. Se amoldaba con agilidad”, comenta Penna.

Otro desafío que supuso el rodaje fue lograr que pareciera que el personaje estaba solo. “Con nieve virgen todo a nuestro alrededor, ¡era difícil arreglar los sets para que no se viera que 20 o 30 miembros del equipo habían estado caminando por todas partes!”, agrega Tómas Örn Tómasson.

“Una toma en particular me viene a la mente: Overgård se encuentra a un kilómetro de distancia del campamento, camina de regreso atravesando un lago congelado. Las motos de nieve estaban prohibidas en el lago en ese entonces, de manera que eso suponía una penosa caminata de media hora para llegar a destino. Cualquier asistente enfundado en un abrigo rojo hubiera bastado… pero Mads se mantuvo firme en su empeño de interpretar todas las tomas de la película. Le dimos un radio transmisor y hacia allá partió. Ésa, por lejos, es mi toma favorita”, finaliza el director y guionista.