Muchos piensan que la palabra “trekking” es un gerundio inglés. Sin embargo, proviene de una antigua voz para indicar una medida de distancia y, por contexto, la marcha para recorrer esa trayectoria. Los boers, colonos holandeses, llamaron “Great Trek” a su caminata larga y dificultosa, de muchos días y semanas en zonas quebradas: de ahí, la idea de este deporte de concepción moderna.
Qué ventajas ofrecen los bastones de trekking
Sin usar la expresión “treeking”, que recién se populariza fines de la década de 1980, Weekend presenta notas que tienen que ver con esa práctica de a pie. Asociada con el camping en zonas agrestes, se publican artículos de orientación, primeros auxilios, calzado y ropa adecuados, y bebidas y comidas.
En 1986 aparecen unas Tarjetas de Supervivencia: escritas de ambos lados y colocadas para ser recortadas y llevadas cómodamente por su pequeño tamaño, versaban sobre temas vinculados al trekking, algunos de los cuales, a medio siglo, han adquirido más relevancia, como los masajes cardíacos (hoy RCP).
En 1989 se suma Jorge González, sin duda uno de los colaboradores que más escribió sobre este pasatiempo. Luis Ramonino también estampa su firma en notas como una caminata en el valle del río Esperanza, Chubut. Carlos Garay, en tanto, se afirma en los ‘90 con una nota sobre trekking en el volcán Copahue.
Travesía en las entrañas del Jaaukanigás
También empiezan a aparecer las empresas que organizan viajes y van sumando destinos, incluso fuera de nuestro país. La revista acompaña el auge del trekking sabiendo que es una buena oportunidad para el turismo y que resulta más accesible que el andinismo por su menor exigencia. Por eso, prevalecen los relevamientos en zonas de montaña, tan hermosas en todo el oeste y centro argentino.
Al paso del tiempo van combinándose ciertas especialidades: no falta quienes hagan trekking para ir a pescar, cazar, observar aves o cavernas, lo que se conoce como espeleología y es objeto de notas, por ejemplo, del citado González. Hacia 1993 se publican las primeras de las muchas páginas de Andrés Pérez Moreno y Pablo Monteverde, en tanto Julián Varsavsky y Federico Svec hoy continúan deleitando a los lectores con sus caminatas por lugares increíbles a los que no se podría llegar de otra manera y, mucho menos, disfrutarlos con una contemplación silenciosa y con imperceptible impacto ambiental.
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