Si bien la historia de la pistola Liberator 45 ACP es conocida por muchos, no ha sí es la de la pistola Deer Gun, de la época de Vietnam. De hecho, es una parte tan desconocida de la historia que el debate rodea la ortografía y el origen del nombre.
A principios de la década de 1960, la CIA (espionaje estadounidense) empezó a evaluar la idea de que necesitaba una versión actualizada de la famosa pistola Liberator, con el fin de ser suministrada (por aire) a los guerrilleros que se encontraban en Vietnam del Sur, y cuyo objetivo sería el de capturar las armas de los enemigos, por lo que emprendió la búsqueda de una pistola que cumpliera con los criterios de simplicidad, bajo costo y, sobre todo, que fuese desechable.
Con el concepto básico en mente, la CIA emprendió su fabricación, y para eso se dirigió, no a una compañía de armas de fuego conocida como Remington o Winchester, sino a alguien que estaba lejos del radar: el famoso Russell Mour, un ingeniero de American Machine & Foundry (AMF), quienes un par de años antes habían fabricado desde raquetas de tenis hasta motocicletas Harley-Davidson.
A la pistola fabricada por Russell, la CIA le adjudico el nombre de Deer Gun, Pistola de los Ciervos, a pesar de que nada tenía que ver con ellos o con la caza, pero se cree que ese nombre surgió en modo de clave para la CIA, haciendo referencia en un modo sarcástico a lo que sería un arma de supervivencia.
¿Qué características tuvo la Deer Gun?
Fue una pistola monotiro, rara e inusual, que permitía disparar cartuchos 9x19 mm y que no contaba con ninguna marca de prueba o serie. Estaba formada por un marco de aluminio fundido con trama cruzada que decoraba la empuñadura, y que, a su vez, en su interior se había dejado hueco para albergar algunas rondas adicionales de municiones.
La Deer Gun fue una pistola tan insólita que para poder cargarla el usuario debía cumplir con una especie de protocolo, en donde primero debía desenroscar el cañón (de ánima lisa), insertar manualmente la munición en la recámara, luego enroscar nuevamente el caño en el arma y posteriormente amartillar en forma manual el percutor. Recién después de haber cumplido con todos esos pasos, el arma estaba lista para ser disparada.
Todas las Deer Gun fabricadas venían bellamente empaquetadas en una caja de poliestireno, que contenía, además, tres rondas de 9 mm y el manual con instrucciones dibujadas de cómo se debía utilizar. Se estima que fueron fabricadas solo alrededor de 1.000 unidades y que tuvieron un costo aproximadamente de 3,50 dólares; pero solo 150 de ellas fueron enviadas finalmente a Vietnam del Sur para las pruebas de campo, a pesar de que en la actualidad la CIA sigue negando su existencia. Hoy en día, se rumorea que la mayoría de ellas fueron destruidas y que solo un puñado de sobrevive hasta el día de hoy, por lo que se convierten en una reliquia muy apreciada por los coleccionistas.
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