Tanto la manduva como su pariente, el mandubí, son clásicos de la pesca a flote en el río Paraná, especies que muchas veces brillan por su ausencia y en otras sorprenden por su abundancia. Foto: Luis Ventimiglia

Tanto la manduva como su pariente, el mandubí, son clásicos de la pesca a flote en el río Paraná, especies que muchas veces brillan por su ausencia y en otras sorprenden por su abundancia. Foto: Luis Ventimiglia

Tanto la manduva como su pariente, el mandubí, son clásicos de la pesca a flote en el río Paraná, especies que muchas veces brillan por su ausencia y en otras sorprenden por su abundancia. Foto: Luis Ventimiglia

Tanto la manduva como su pariente, el mandubí, son clásicos de la pesca a flote en el río Paraná, especies que muchas veces brillan por su ausencia y en otras sorprenden por su abundancia. Foto: Luis Ventimiglia

Tanto la manduva como su pariente, el mandubí, son clásicos de la pesca a flote en el río Paraná, especies que muchas veces brillan por su ausencia y en otras sorprenden por su abundancia. Foto: Luis Ventimiglia

Tanto la manduva como su pariente, el mandubí, son clásicos de la pesca a flote en el río Paraná, especies que muchas veces brillan por su ausencia y en otras sorprenden por su abundancia. Foto: Luis Ventimiglia

TROFEOS A FLOTE

Ramallo, inicio del fin de semana largo con mandubíes

El pescador sabe que las escapadas más inesperadas y repentinas, son las más rendidoras. Esta salida, no fue la excepción. Por: Luis Osvaldo Ventimiglia. 

Un fin de semana extra largo como tuvimos no podía pasar desapercibido para nadie, mucho menos para los que somos pescadores y que tenemos el placer de recorrer distintos ámbitos informando la actualidad de cada uno de ellos. En nuestro caso, con antelación programamos dos notas para lunes y martes, pero un llamado telefónico cambiaba todo y nos sumaba otra escapada. Era Roberto Matteucci el que del otro lado nos invitaba a pescar mandubies a Ramallo, un convite al que es imposible negarse, aunque teniendo en cuenta que se venía una doble salida, y mi cuerpo lo iba a sentir, opté por quedarme en casa y fue mi hijo Enzo el responsable de hacer este relevamiento, acompañando a Roberto y sumando a Alfonso González, quienes saldrían en el Aramendi 6,20 surcando aguas del Paraná.

Llegaron tipo 8 de la mañana al náutico, embarcando rápidamente y dirigiéndose a los arroyos para garetear en busca de la especie que ha estado tan activa en estos días. Prepararon los equipos, y ni bien cayó la línea de Enzo al agua, un paternóster con 3 anzuelos y encarnando con mojarras vivas, marcó un pique hermoso, para luego de clavar y recoger, con un espectacular doblete de mandubí, uno muy grande y otro más pequeño, lo que marcaba que iba a ser una jornada muy buena.

Durante el día el equipo logró muchísimas piezas, más de 20 mandubí, algunos paties, palometas, apretadores y unos cuantos doradillos, todos con la misma herramienta que utilizaron para la búsqueda de la especie de cuero que habían ido a buscar. Otra línea que funcionó muy bien es la tradicional de 3 boyas, lo que indica que hay mucha cantidad de pescado y que come tanto a 20 cm como a 1 metro y medio.

A lo largo de este y otros relevamientos hechos en el Paraná, vemos que está muy lleno de vida, como nunca, muy poblado de todas las especies, y también muchísima carnada, lo que asegura que vendrán buenos años para la pesca, siempre y cuando sepamos cuidarlo.

Hay que devolver la especie que corresponda, también el pescado que no sea de la medida mínima, y el que no se vaya a consumir. Un consejo es no matar a mansalva, ya que eso hará que tanto nosotros, nuestros hijos y nietos podamos seguir disfrutando de esta pasión con resultados como el de hoy. 

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