En una temporada especial por la ausencia de bogas en este punto cercano a Berisso, la atracción se volvieron los dorados que están en abundancia. Foto: Daniel Rodríguez

En una temporada especial por la ausencia de bogas en este punto cercano a Berisso, la atracción se volvieron los dorados que están en abundancia. Foto: Daniel Rodríguez

En una temporada especial por la ausencia de bogas en este punto cercano a Berisso, la atracción se volvieron los dorados que están en abundancia. Foto: Daniel Rodríguez

En una temporada especial por la ausencia de bogas en este punto cercano a Berisso, la atracción se volvieron los dorados que están en abundancia. Foto: Daniel Rodríguez

En una temporada especial por la ausencia de bogas en este punto cercano a Berisso, la atracción se volvieron los dorados que están en abundancia. Foto: Daniel Rodríguez

A MINUTOS DEL OBELISCO

Los Malecones se pintaron de dorado

Cortamos la semana con una pesca en Berisso, lugar clásico para las bogas en esta época, pero que en esta temporada no para de darnos abundancia del tigre del río. 

Por Daniel Rodríguez

Es difícil decir que no a una invitación para ir a pescar, y más si del otro lado del teléfono está Fernando Sánchez, el querido guía y amigo de la zona sur del Río de la Plata, quien me invitaba para el jueves 22 de febrero con la idea de intentar con los doradillos en los Malecones de Berisso. Obviamente, no lo pensé mucho y junto a Ernesto, compañero de salidas, estábamos a las 10 de la mañana en la Marina del Sur donde Fernando nos esperaba con el trucker en el agua, listo para partir. No madrugamos ya que el viento era más intenso, lo que haría un poco incómodo estar amarrado a los palos, por lo que decidimos salir a media mañana. 

La idea era ir en busca de dorados que hace tiempo están en las inmediaciones de los Malecones, donde años anteriores estaban las reinas del plata, unos hermosos bogones que hoy están ausentes. No sabemos si el motivo es la baja de nivel de agua del Paraná y rio Uruguay, tal vez alguna depredación, o simplemente la presencia de tantos dorados la ahuyenta un poco de su hábitat normal de alimentación ya que el fondo de las piedras está repleto de mejillones, comida preferida de esta especie. 

El rio se encontraba en bajante, por lo cual amarramos a los palos con la popa hacia el norte, tanto dentro del canal como fuera, para que la embarcación reciba por la proa la corriente. Durante la baja tuvimos muchos piques, varios dorados subidos, que foto y video de por medio, fueron devueltos rápidamente al agua. Al mismo tiempo, probamos con maíz, cebando también la zona, buscando la boga, la cual estuvo ausente durante toda la jornada de pesca, siendo los grandes bagres su reemplazo. 

A las 13 hs, comenzó a parar el agua para activar la pleamar, y como el viento venía del sector este, metía muchísima agua, produciendo mucha marejada dentro y fuera del canal. En ese momento Fernando decidió cambiar la modalidad de amarre, colocando la embarcación en contra de la corriente con la popa, acomodando constantemente la embarcación, con el motor en marcha atrás. Esa es la gran diferencia que hace un guía, que con una muñeca impresionante que nos aliviana situaciones que para novatos se pueden volver complicadas. Mientras tanto, nosotros acomodábamos los tiros entre los palos, más de una vez enganchándolos, pero zafando de todos por suerte. El pique comenzó a aflojar, veíamos también a las demás embarcaciones moverse constantemente de lugar, por lo cual también buscábamos la zona donde podrían estar comiendo los dorados. 

Los artificiales que utilizamos fueron todos de paleta grande para buscar profundidad, raspando las piedras donde acecha a sus presas y poder molestarlos y que ataquen nuestro engaño. Lo raro fue Ernesto que robó accidentalmente un sábalo de 3 kilos del lomo, se imaginan que empujaba como un tren, pensábamos que sería un gran dorado pero nos engañó. 

Terminamos la jornada de pesca a las 17 hs, disfrutando de la pelea que nos ofrece estos pequeños dorados, pero muy combativos, más cuando los pescamos a contra corriente, al alejarse de la embarcación. Sin dudas, una pesca para disfrutar y poder hacerla en forma express si estamos en Capital, ya que a minutos de nuestro hogar o del trabajo, podemos estar caña en mano.

Servicios:

  • Fernando Sánchez. Guía en zona sur del Río de la Plata. En redes, en Facebook. Por Tel.: (011) 5379 – 8430. 

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