Para una exitosa pesca en el río, es clave no errar pique y contar con mucha ceba en el agua. Foto: Duilio Casagrande

Para una exitosa pesca en el río, es clave no errar pique y contar con mucha ceba en el agua. Foto: Duilio Casagrande

Para una exitosa pesca en el río, es clave no errar pique y contar con mucha ceba en el agua. Foto: Duilio Casagrande

Para una exitosa pesca en el río, es clave no errar pique y contar con mucha ceba en el agua. Foto: Duilio Casagrande

YA ESTÁN LOS PRIMEROS

Contra todos los pronósticos, gran pesca de flechas en el Río de la Plata

Luz verde para la especie más codiciada de estos tiempos y que será la vedette de todo el invierno. Claves del inicio de temporada con el pejerrey. Por: Duilio Casagrande.

Al llegar el almanaque a las últimas hojas de marzo, los fanáticos del pejerrey empiezan a pensar en ir a buscarlos a las lagunas, pero también, al Río de la Plata, sitio que atrae a aficionados de todo el país para disfrutar de ver correr las boyas a flor de agua y lograr matungos inolvidables. Entre estos pescadores aparece la barra que se subió a La Casucha, nuestra embarcación insignia, hablamos de Edgardo, Diego, Daniel Belvedere y Jorge Damario, quienes no se preocuparon por los pronósticos, que no eran los ideales para las flechas plateadas e igual apostaron por acompañarme y lograr las primeras capturas de la temporada.

Salimos desde Berisso y, desde los malecones, la bajante nos fue llevando hacía la zona de Palo Blanco y La Municipal. Los intentos los realizamos entre los 500 y los 3.000 metros de la costa, con el detalle de que, cuando más cerca de la orilla nos ubicamos, más actividad de variada aparecía. Pescamos en 5 metros de agua, encarnando nuestros aparejos tradicionales de flote, de tres boyas o dos con bigotera, con filet de pejerrey, dientudo o mojarra viva tanto como salada. Bajadas de 10 a 30 cm, con multifilamento en los reeles.

Los mejores portes se dieron a la mañana, en una jornada donde el río estuvo totalmente en bajante. Hicimos tres pasadas, con viento norte leve que no superaba los 12 km/h, casi planchaba el estuario rioplatense. La temperatura trepó hasta los 28° C, lo que era a las claras un día poco apacible para el pejerrey pero, aún así, picó firme y en ningún momento se detuvo la acción. Hay que elegir el pescado, devolver los chicos y llevarse los más destacados.

Mucha actividad variada, con patíes, pirá pitá, palometas, bagres de todas las variedades y cantidad de alevinos, sábalos recién nacidos junto a abundantes mojarras, una muestra de la gran vida que tiene el río en este momento y que hay que aprovechar. Sin dudas, lo mejor está por venir con el pejerrey en aguas del Plata. 

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