El toxodon era un animal muy parecido al actual hipopótamo. Foto: Francisco Suárez

Los restos fósiles hallados podrìan ser parte de la columna vertebral de un toxodon. Foto: Francisco Suárez

Francisco Suárez es uno de los bañeros de la playa Kazkote. Foto: @playakazkote

El balneario donde aparecieron los restos está ubicado a la entrada del barrio Félix U. Camet, al norte de Mar del Plata. Foto: @playakazkote

SORPRESA EN LA ARENA

Un guardavidas marplatense encontró restos fósiles de un mamífero extinto

Se trata de un ejemplar de toxodon que fue encontrado por Francisco Suárez en las costas de la playa Kazkote Beach, ubicada en la zona norte de esa ciudad balnearia bonaerense, donde habitó hace miles de años. ¿Cómo era y de qué antigüedad data?

Francisco Suárez, uno de los guardavidas que presta servicios  en un playa del norte de Mar del Plata, se llevó la gran sorpresa de su vida al encontrar , enterrado en la arena, restos fósiles de un toxodon, una especie de mamífero ungulado nativo sudamericano que habitó las costas de Mar del Plata hace aproximadamente unos 11.700 años.

Según relató Suárez al portal noticioso marplatense 0023, el misterioso objeto mide 10 centímetros de alto por 6 centímetros de ancho, y puntualmente lo encontró en la playa Kazkote Beach, que está ubicada sobre la entrada al barrio Félix U. Camet de esa ciudad balnearia bonaerense.

 "Sé que tiene millones de años porque está petrificado. Puede ser la parte de una columna vertebral”, comentó Suárez. "Me gustaría que llegue a los medios esta muestra para que los paleontólogos del Museo de Ciencias Naturales de Mar del Plata se pongan en campaña para poder examinar este hallazgo", agregó el afortunado guardavidas.

Toxodon: mamífero milenario y gigantesco

El Toxodon era un animal de gran tamaño, dueño de una gran velocidad y con un gran parecido con el actual hipopótamo, aunque era menos acuático y mucho más agresivo que éste último.

Integrante del selecto grupo de la llamada  megafauna prehistórica, era un animal muy sociable que, por lo general, vivía en grandes comunidades que estaban integradas por hasta un máximo de 200 individuos.

Entre sus rasgos físicos más distintivos se destacan su cola de larga extensión, sus enormes fosas nasales, sus colmillos muy afilados y una protuberancia tras el cuello, cuya función si bien todavía sigue siendo un verdadero misterio para los especialistas, se cree que pudo haberles servido para arrancar tallos y brotes de los cuales se alimentaba.

Si bien tras el intercambio americano, el número de su población se redujo de manera considerable, por entonces seguían ostentando el título de ser la especie de herbívoros más común del mundo.

 

 

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