El uso de los cambios es otra cuestión muy importante. Deben estar correctamente calibrados y hay que utilizarlos apropiadamente, es decir, pasando las velocidades de una a la vez para evitar saltos o atrancos. Foto: Weekend.

Los fabricantes suelen calcular la vida útil de una cadena de acuerdo a los kilómetros recorridos. Foto: Weekend.

La mejor manera de saber cuándo cambiar la cadena por una nueva es usando un medidor, herramienta muy sencilla de utilizar. Foto: Weekend.

MANTENIMIENTO

Cuándo es momento de cambiar la cadena

Es una parte fundamental de la bicicleta que tarde o temprano debe ser reemplazada. Cómo podemos medir su desgaste.

Para disfrutar de nuestra bicicleta el mayor tiempo posible es fundamental ser muy cuidadosos con el mantenimiento de cada una de sus partes. Entre ellas está la cadena, un elemento prácticamente imprescindible. Su desgaste es inevitable y se puede deber a varios factores, por lo que tarde o temprano vamos a tener que cambiarla. Saber cuándo es el momento apropiado es clave.

Los fabricantes suelen calcular la vida útil de una cadena de acuerdo a los kilómetros recorridos. Pero la verdad es que puede durar mucho más de lo pensado si se la cuida y utiliza apropiadamente. El desgaste según la distancia recorrida no es determinante, pero lo primero que hay que tener en cuenta es la lubricación. Una cadena seca empezará a deteriorarse con más facilidad y empeorará si está bajo condiciones de humedad y polvo. Limpiar y lubricar con regularidad es el primer paso para un buen mantenimiento.

El uso de los cambios es otra cuestión muy importante. Deben estar correctamente calibrados y hay que utilizarlos apropiadamente, es decir, pasando las velocidades de una a la vez para evitar saltos o atrancos. En este sentido, también se aconseja no cruzar la cadena, una posición muy forzada que se produce cuando utilizamos combinaciones muy extremas, como piñón grande y plato grande o piñón chico y plato chico.

Tener en cuenta estas recomendaciones prolongarán la vida útil de nuestra cadena, pero tarde o temprano tendremos que cambiarla por una nueva. El mejor método para saber cuándo es con un medidor de cadena, una herramienta muy sencilla de utilizar y con un precio que ronda los $ 200.

Utilizar el medidor es muy fácil, solo se engancha su extremo más angosto sobre la cadena y se baja tratando de introducir el otro extremo dentro de la cadena. Cuando encaja perfectamente adentro, indica que es momento de cambiarla. Además, la herramienta cuenta con dos medidas de referencia, 0,75 y 1.0. La primera indica un estiramiento límite del 75 %, mientras que la segunda es del 100 %. Cuando se llega a cualquiera de las dos marcas hay que cambiar la cadena, la única diferencia es que cuando el estiramiento es del 100 %, el desgaste es tal que seguramente también haya que cambiar el juego de piñones.

Si no contamos con un medidor, debemos estar atentos a la frecuencia con que se sale la cadena. Si esto se vuelve algo muy frecuente, lo mejor es llevarla a un taller para cerciorar su desgaste.