España está llena de sitios extraordinarios en los que se puede disfrutar de la naturaleza y la tranquilidad del campo durante todo el año. Porque cada estación ofrece una perspectiva distinta, no solo del paisaje, sino también de la actividad en el entorno y de los pueblos de la zona. Aquí presentamos algunas sugerencias para realizar una escapada rural cada uno de los meses del calendario:
- Enero: Parque Nacional Sierra de las Nieves (Málaga). El invierno europeo puede ser buen momento para hacer senderismo en este parque que se sitúa cerca de la Costa del Sol y, aunque es el tiempo en que llueve y nieva con más frecuencia, las temperaturas no suelen bajar demasiado. Es la época para disfrutar de su paisaje más verde y húmedo, con las cumbres cubiertas de blanco. Paseos de postal para relajarse después visitando tranquilamente alguno de los bonitos pueblos de la zona, como por ejemplo Ronda, Istán o Tolox.
- Febrero: almendros en flor en Mallorca. A partir de este mes se puede ver otro blanco que no es de nieve: el de la floración de los almendros. Mallorca es famosa por los numerosos campos de estos frutales que, sin esperar a la primavera, ofrecen un precioso espectáculo de color desde primeros de febrero hasta mediados de marzo. El este de la isla y la comarca del Raiger, a los pies de la sierra de Tramuntana, son zonas ideales para verlos florecidos. Una excursión por localidades como Santa María del Camí, Binissalem, Inca, Selva, Manacor, Sant Llorenc, Llucmajor o Son Servera (donde se celebra la Feria de la Flor del Almendro), te dará muchas oportunidades de hacer fotos inolvidables.
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- Marzo: floración de los cerezos en el Valle del Jerte (Cáceres). Durante este mes de marzo, más de un millón y medio de cerezos en flor protagonizan un asombroso paisaje natural en el Valle del Jerte que parece sacado de un sueño. Una fiesta de la naturaleza sin fecha fija que, dependiendo de las condiciones meteorológicas, sucede entre mediados de marzo y el 10 de abril aproximadamente. La floración suele durar unos 10 días y ocurre de manera progresiva: primero los árboles de las zonas más bajas y, a medida que pasan las jornadas, se van abriendo los cerezos situados a mayor altitud. Las localidades de esta comarca de Cáceres, además, celebran la Fiesta del Cerezo en Flor, con degustaciones, mercadillos y numerosas actividades tradicionales.
- Abril: observación de osos en Somiedo y Muniellos (Asturias). Es cuando los osos salen de su letargo invernal y las posibilidades de avistarlos en su hábitat natural aumentan. Asturias es uno de los territorios que todavía se mantienen como refugio de estos animales salvajes. La observación del oso pardo en las zonas de Somiedo, Muniellos o el Parque Natural de Fuentes del Narcea, Degañas e Ibias, es una experiencia de ecoturismo apasionante. Las rutas guiadas son adecuadas para toda la familia, incluyen el material para el avistamiento (prismáticos y telescopios) y, acompañados de guías expertos en la naturaleza, no solo se aprende sobre el comportamiento y la biología del oso, también a interpretar sus rastros e indicios.
- Mayo: el nacimiento del río Mundo (Albacete). Los ríos en la primavera europea son garantía de espectáculo. La cascada que se forma en el nacimiento del río Mundo, con más de 80 metros de caída, es una de las más bellas de España. Se sitúa a 8 km de la localidad de Riópar, en la provincia de Albacete, dentro del Parque Natural de los Calares del Mundo y de la Sima. El agua se precipita desde la Cueva de los Chorros y, en temporada de lluvias intensas, su caudal puede multiplicarse produciendo la famosa catarata del Reventón. Al lugar para verlo desde abajo se llega fácilmente por un sendero señalizado. Si se desea subir hasta la boca de la cueva es necesario contratar una ruta guiada.
- Junio: el Cañón del Río Lobos (Soria). Es una época ideal para visitar el Parque Natural del Cañón del Río Lobos. La primavera suele ser tardía en la provincia de Soria, donde se sitúa, por lo que se puede disfrutar de las caprichosas formas de su paisaje cuando todo está verde, con agua y florido. Las distintas rutas de senderismo del parque natural descubren sus rincones más destacados, como la ermita templaria de San Bartolomé, la Cueva Grande, el Colmenar de los Frailes o el mirador de la Galiana. Después, nada como acercarse a la monumental localidad de El Burgo de Osma (a menos de 20 kilómetros), para probar su deliciosa gastronomía y comer los populares torreznos de Soria.
- Julio: los campos de lavanda de Brihuega (Guadalajara). La “Provenza” española está en Brihuega, en la provincia de Guadalajara. Sus campos se vuelven de un intenso y maravilloso color violeta cada mes de julio, cuando florece la lavanda. Contemplarlos es una experiencia sensorial única que llena de serenidad: el juego de tonalidades producido por los cambios de la luz del sol, el movimiento de las flores con la brisa, el aroma embriagador… Además, durante la floración se engalanan las calles de la localidad y se realizan numerosas actividades culturales, como visitas guiadas a los campos o los conciertos de música del Festival de la Lavanda.
- Agosto: Parque Natural del Montseny (Barcelona). Es uno de los lugares preferidos por los catalanes para escaparse a disfrutar de la naturaleza. Está declarado Reserva de la Biosfera y se localiza a unos 60 km de la ciudad, entre las comarcas de Osona, Vallés Oriental y La Selva. Sus bosques, lagos, ríos y cascadas son especialmente atractivos en verano, cuando bañarse en sus pozas y piscinas naturales (gorgs, en catalán) se convierte en el plan más refrescante. Hacer una ruta de senderismo entre sus poblaciones, o acercarse a conocer el patrimonio de localidades como Viladrau, Montseny, Sant Esteve de Palautordera o Sant Celoni, también son buenas opciones.
- Septiembre: la vendimia en las rutas del vino. Encontrarás muchos sitios de España donde el mes de septiembre aparece marcado en el calendario con la vendimia: desde Jerez de la Frontera hasta La Rioja, pasando por la Ribera del Duero y otras famosas comarcas vinícolas españolas. Son días perfectos para hacer enoturismo y acercarse a las rutas del vino. Las bodegas suelen organizar jornadas de visitas y actividades en los viñedos para conocer de primera mano cómo es el proceso de recolección de la uva y su producción. Además, en numerosas localidades se celebran fiestas en las que se realiza el tradicional pisado de la uva, catas y degustaciones de productos típicos.
- Octubre: el hayedo de la Selva de Irati (Navarra). Cuando llega el otoño penunsular, los bosques se transforman poco a poco para ofrecer una sinfonía de colores sorprendente. Dar un paseo relajado por la Selva de Irati, admirando tranquilamente los matices que ofrecen sus hojas, es algo mágico. Este espacio natural de Navarra es uno de los hayedos-abetales más grandes y mejor conservados de Europa. Además, su reserva de Lizardoia ha sido declarada Patrimonio Mundial junto a otros bosques de hayas españoles. Existe una red de senderos señalizados que permiten recorrerlo y desde su centro de interpretación se organizan rutas guiadas. De postre, una visita al cercano pueblo de Ochagavía, para ver su bonita arquitectura pirenaica.
- Noviembre: el Valle del Ambroz (Cáceres). En noviembre se convierte en un destino para vivir un Otoño mágico. Bajo este nombre, y para celebrar el espectáculo que ofrece la naturaleza en esta época del año, los pueblos de la zona realizan un festival de actividades culturales y de ocio. Encontrarás propuestas de todo tipo para disfrutar de este bello paraje de Extremadura de una manera singular: desde jornadas micológicas hasta rutas senderistas guiadas, paseos en bicicleta, conciertos, teatro, actividades infantiles… Sin olvidar, claro, otros atractivos de las localidades del valle como, por ejemplo, el barrio judío de Hervás, las aguas termales de Baños de Montemayor o los sabrosos guisos de su cocina.
- Diciembre: observación del lince ibérico en la Sierra de Andújar (Jaén). El Parque Natural Sierra de Andújar, en Jaén, destaca por el gran número de especies emblemáticas amenazadas que encuentran refugio en él. De hecho, es el espacio con el mayor número de ejemplares de lince ibérico en España. Diciembre y enero son meses de celo para estos felinos, por lo que están más activos y aumentan las posibilidades de verlos en su hábitat. Hay empresas que organizan rutas y visitas guiadas con expertos, de distinta duración, desde media jornada hasta un fin de semana o varios días. Después de la experiencia de avistamiento, la mejor sugerencia es probar las delicias gastronómicas de los pueblos de la sierra, como la miel o las codornices a la andujareña.
Fuente: Turismo de España.
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