Debido al avance de la tecnología, poco a poco los faros están entrando en desuso. Aun así, más allá de servir como referencia costera para los navegantes, estas edificaciones llenas de historia y cultura siempre han sido un llamativo elemento del paisaje, que incluso llegan a convertirse en atracciones turísticas. Entre los tantos que se rigen por todo el mundo, hay cinco que sobresalen por su belleza:
Peggy’s Cove: En el estado de Nueva Escocia, Canadá, se encuentra el faro más fotografiado del mundo. Con más de 100 años de antigüedad, se rige sobre un peñasco desde el cual se puede observar toda la bahía. Una hermosa postal en la que todos los visitantes sienten la obligación de retratarse.
La Corbiere: La isla de Jersey, en el Reino Unido, es la más grande del Canal de la Mancha. El faro de La Corbiere se encuentra en un pequeño islote, sobre una elevada roca. Cuando sube la marea, parte de la isla queda sumergida bajo el agua.
Isla de Mouro: Ubicado frente a la península de la Magdalena, España, se encuentra uno de los faros más importantes del mundo, responsable de guiar a los barcos a través de las violentas tormentas del Atlántico Norte. Aunque no está abierto a visitas, es muy famoso entre los marineros.
Tres hoteles que son un destino en sí mismos
Faro de Hook Head: Es el más antiguo de Irlanda y sus orígenes se remontan al siglo V. En la actualidad, es una importante atracción turística para la zona y todavía sigue funcionando, emitiendo destellos de luz cada tres segundos, código morse y una señal sonora que emite dos señales cada treinta segundos.
Faro de Enoshima: Sin lugar a dudas, el faro más llamativo del mundo. Está ubicado en la isla de Enoshima, a pocas horas de Tokio, Japón. En 2003 fue totalmente renovado. Su gran atractivo está en subir hasta la cima, desde la que se puede disfrutar de maravillosos atardeceres. Esta luminosa torre fue designada como Patrimonio de Paisaje Nocturno de Japón en 2010.
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