La buena visión es útil para los tiradores, pero no es absolutamente necesaria. En la década de 1980 había un competidor de benchrest llamado Gerry Masker cuya visión era tan pobre que era legalmente ciego. Sin embargo, tuvo mucho éxito en concentrar impactos gracias a unas gafas espectaculares y un visor muy estrecho.
Choke: un aliado a veces subestimado
Donde la mayoría de las personas se topa con un problema es cuando su ojo dominante es el izquierdo y la mano hábil, la derecha; o al revés. El cerebro está programado para favorecer un ojo sobre el otro, independientemente de la agudeza visual. Pero este impulso es mucho más fuerte que la mano. Hay tiradores novatos que son diestros y realizan increíbles contorsiones para ubicar su ojo izquierdo dominante detrás de la mira, y viceversa. Y aquí viene lo de dominio mixto, más común en mujeres que en hombres.
Para determinar el ojo dominante, cruzar las manos con los brazos extendidos, y observar con ambos ojos un objeto lejano mientras se acercan las manos a la cara. El orificio formado irá directo a uno de los ojos. Ese será el dominante.
La solución a todo esto es simple: tanto en pedana como en la caza, apuntar con el ojo rector, independientemente de la mano hábil. Algunas personas, sin embargo, cierran su ojo dominante o usan anteojos con un trozo de cinta adhesiva en una lente para bloquear ese ojo: todo lo que están haciendo es perjudicarse. Desde ya que antes de competir o salir de cacería habrá que practicar en pedana para ajustar este cruce de habilidades, pero se logra naturalmente, de manera instintiva, porque no requiere contorsiones ni pensamientos acerca de la postura. Solo es cuestión de encontrar el propio punto.
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