El último scouting me gustó mucho así que volví hacer uno, pero esta vez dejé atrás la provincia de Buenos Aires y me fui al sur de mí querida provincia de Entre Ríos, cerquita. No fui solo, organizamos con Damian Topich y dos amigos de él. No salimos muy temprano, alrededor de las 7 am y como a las 10 am, después de hacer un par de paradas por provisiones, ya estábamos en el lugar de pesca. Como tantos otros estaba con muy poca agua así que empezamos la senda caminata buscando lugares más propicios.
Sabiendo, de antemano, que están en desove o en los nidos y que, dependiendo del lugar, no es fácil hacerlas comer, inicie con gomas lastradas. Para empezar elegí la Gozio Frog. La verdad que al primer tiro, trabajándola muy lenta, vino el primer ataque: una tararira medianita de panza hinchada con huevas, se veía como brotaban así que fue rápidamente devuelta. Un par de tiros más y salieron unas terribles. No tenía la balanza pero superaban holgadamente los 2,5 kg. Una alegría inmensa. Después de unas cuantas capturas se cortó y dimos lógicamente por pescado ese lugar.
Seguimos caminando y el resultado cayó estrepitosamente. Ataques muy espaciados pero muy una por acá, otro por allá. Capturas de medianas a chicas. Se hizo el mediodía y cominos, relajamos un poco y seguimos nuevamente pero nada de nada. Probamos muchos señuelos y formas de pesca, caminamos como locos y nada así que decidimos volver al lugar del comienzo. Lógicamente volví a las gomas lastradas que tan buenos resultados me habían dado al principio de la jornada.
Vino otro ataque y está se me fue. No comían muy firme. Los compañeros estaban probando de superficie y sub-superficie sin resultados. Tras muchos tiros sin respuesta reveo mi caja de señuelos y puse el Phantom de Payo Argentina que baja más que 50 cm. La idea era trabajarlo muy despacio, que fuera golpeando por el fondo. A los 50 cm de recorrido una linda frenada en seco, clavo y salió una gran belleza. Alegría, foto y devolución.
Lo volví a tirar muchas veces más y nada, pero seguíamos insistiendo en ese lugar era el que más ataques había. Me ánimo al Grebe de Payo, también de subsuperficie pero con un ratlling rabioso, quizás consiguiera algún ataque por irritación y así fue. Al segundo tiro tuvo su Tararira. Lo volví a tirar una y otra vez sin respuesta. Se ve que solo le daban una oportunidad a cada señuelo. Probé el Alien de Gozio, cayó al agua dos vueltas de manija y una salvaje se dio cuenta de él. Otra vez lo tiré muchas veces más y nada.
Que fascinante es la pesca y ésta especie. Volví a cambiar de señuelo, pase a un lipless: el mortal Joker 70 de Payo y también tuvo su única tararira. La verdad, insólito. Nunca me había pasado algo así, era una sola por artificial. Volví a las gomas y lo mismo una con el Gozio Twister, otra con el Kicker y después se volvió a cortar. Ya era tarde para dejar descansar ese lugar y volver a intentar así que nos volvimos relativamente temprano. Así paso este scouting por el sur de Entre Ríos, buenas capturas, buena compañía y nuevos interrogantes.
Equipos: caña 8/14 lb en 5,6 pies reel cargado con multifilamento de 30 lb.
Gentileza de Walter Gastaldi
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