Durante todo 2020 el río Paraná generó preocupación por la fuerte bajante que padeció durante todo 2020. Aunque tuvo momentos de alivio, las alarmas se vuelven a encender con el principio de una nueva bajante que podría llevar el afluente a niveles alarmantes.
Según el Instituto Nacional del Agua (INA), durante mayo el río Paraná podría bajar su nivel hasta el metro de profundidad, con una perspectiva a futuro que no es nada favorable.
En estos momentos, algunos puertos ya son un reflejo de esta tendencia a la baja del río. Al momento de esta nota Reconquista tenía un nivel de 1,38 m, La Paz 1,25, Santa Fe 1,21, Rosario 0,87 y Paraná 0,79.
La bajante del río Paraná ya es histórica, se ha prolongado por casi 700 días y ya está afectando la actividad económica. Con un panorama igual o peor al del año pasado, los buques cerealeros se ven obligados a cargar un 10 % menos de cereal, lo que provoca que se eleven los precios de transporte. Además, en algunas ciudades ya se está trabajando para evitar la falta de agua en los próximos meses.
Uno de los factores que más han determinado esta bajante histórica del río Paraná es la falta de lluvia, que ha sido un problema persistente durante todo el año y que parece que no se revertirá en el corto plazo. A su vez, las represas de Brasil en estos momentos no cuentan con las reservas de aguas necesarias para realizar descargar especiales, como se hizo el año pasado, por lo que el panorama no se presenta nada alentador.
Las represas en Brasil estaban este lunes en el 42 promedio de embalse; y, por su parte, Yacyretá, que en enero pasaba 13.000 metros cúbicos por segundo de agua, viene bajando hasta los 6.000.
Según especialistas, el nivel del agua seguirá bajando debido a que ahora se ingresa en un período de bajas precipitaciones hasta diciembre.
Comentarios