Salir en kayak es la forma que muchos buscan para relajarse, hacer actividad física o simplemente conectarse con la naturaleza. Aun así, los beneficios que esta actividad generan son muchos y no siempre se es consciente de ellos:
Una vuelta en kayak al Paraná de las Palmas
Mejora la capacidad cardiovascular: cada golpe y movimiento de la pala provoca un aumento de la frecuencia cardíaca, que a la larga genera un corazón y pulmones más fuertes.
Reduce el estrés: el kayak es un gran aliado para combatir el estrés, principalmente porque, además de ejercitar el cuerpo, relaja la mente. Al moverse por las aguas al aire libre, uno puede ponerse en contacto con tranquilos espacios naturales. La calma que se obtiene es muy difícil de encontrar en otras actividades.
Aumenta la resistencia y se pierde peso: si se sale con frecuencia, el esfuerzo realizado se reflejará en una mayor resistencia física, que es de gran ayuda para llevar una vida activa. Además, si se lo acompaña con una buena alimentación, se puede bajar de peso.
Tonifica brazos, músculos centrales, abdominales y piernas: además de dar como resultado brazos fuertes, el kayak involucra a buena parte de los músculos del cuerpo. Al remar también se trabaja el pecho y los músculos abdominales. Además, si uno aplica presión con las piernas contra el interior del kayak, obtiene un mejor y más equilibrado giro; esta técnica implica una contracción de los músculos, que a la larga aumenta la fuerza y tonifica las extremidades.
Mejora la salud mental: más allá de reducir el estrés, también se beneficia la salud mental. Al hacer que cuerpo y mente trabajen en equipo, uno se siente más conectado con uno mismo. Esto genera un aumento en la confianza y un gran bienestar personal, además de mejorar el estado de ánimo.
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