Por primera vez en Latinoamérica, un equipo de científicos está estudiando, con la ayuda de GPS, cómo se dispersa un puma juvenil cuando abandona el territorio donde nació. El equipo de Rewilding Argentina está llevando a cabo un minucioso seguimiento satelital en Santa Cruz, más puntualmente, en los parques Monte León y Patagonia.
Para ello, colocaron transmisores solares que pesan entre 25 y 30 gramos, y no resultan molestos, en la oreja del animal. “Cada caravana tiene un GPS que se activa cuatro veces al día y transmite su localización en tiempo real vía satélite”, explicó Emiliano Donadío, biólogo neuquino y director científico de la Fundación Rewilding Argentina (FRA).

Control de pumas: seguimiento inédito
El sistema está inspirado en dispositivos usados tradicionalmente para el ganado. “Son caravanas modificadas para poder poner estos transmisores en las orejas de los animales. Estamos probando por primera vez su efectividad en los pumas”, agregó el especialista.
Si bien hasta el momento ya lograron colocarles los transmisores a 16 pumas juveniles, su objetivo es llegar a los 40 pumas. “Este es el primer estudio que va a evaluar cuantitativamente la dispersión de los pumas en la Patagonia, en particular, y en Latinoamérica, en general”, detalló Donadío. Se busca generar estrategias de coexistencia ecológicamente sostenibles con los productores. La dispersión de los pumas es considerada por los investigadores como un mecanismo biológico fundamental, en tanto que esta iniciativa cuenta con el apoyo de National Geographic y pone el foco central en el rol ecológico de los grandes depredadores.

Los resultados preliminares se esperan para el verano de 2026. Uno de los objetivos es conocer “qué proporción del total de juveniles nacidos en áreas protegidas se dispersan hacia otras áreas de la Patagonia”. En un estudio similar en EE.UU., el 100% de los machos jóvenes se dispersó, frente al 60% de las hembras. Esta conducta permite evitar el cruce entre parientes cercanos y “aportan a la diversidad genética, que es muy importante para mantener poblaciones de animales genéticamente sanas”.
Desde la fundación aclararon que dispersión no es igual a migración. En el primer caso, el movimiento es individual; en el segundo, grupal y estacional. “La dirección ni el recorrido están predeterminados” en los pumas. Algunos, como el puma Koi, han llegado a recorrer más de 400 kilómetros. La gran pregunta del estudio es: “¿cuántos animales efectivamente se dispersan?” Donadío concluye: “Si de cada 100 animales se dispersan todos, hablamos de una dinámica, pero si solo se dispersan 10, el panorama cambia por completo”.






























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