Un equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Washington (WSU), Estados Unidos, está utilizando muñecas Barbies con el objetivo de encontrarle una solución a uno de los principales problemas con los que se tienen que enfrentar los astronautas en la Luna: el polvo lunar.
Según explicaron los científicos del Laboratorio Hyper a través de un comunicado, “el polvo lunar es uno de los grandes retos que enfrentan los viajeros en el satélite natural de la Tierra, ya que arruina los trajes y las lentes, obstruye el instrumental, e incluso, puede llegar a provocar serios problemas de salud”.
“Con las misiones Artemis en curso que prevén el regreso de la humanidad a la Luna esta misma década, idear soluciones para ese inconveniente es un paso relevante”, agregaron los especialistas.
La elección del nombre de esta Barbie astronauta, a la que finalmente decidieron bautizarla “Rosie” en honor a Rosie the Riveter- icono cultural de Estados Unidos que representa a las mujeres norteamericanas que trabajaban en fábricas durante la Segunda Guerra Mundial, no fue una tarea para nada sencilla, ya que hubo varias propuestas.
Para llevar a cabo el estudio, en primer lugar los científicos le colocaron a Rosie un casco en su cabeza, la vistieron con un traje espacial de Kevlar Nomex a escala 1/6, y, luego, la embadurnaron con cenizas del Monte St. Helenes, un icónico volcán de Washington que arroja un material análogo al regolito lunar.
Una vez que Rosie estuvo completamente cubierta por esas partículas, la introdujeron en una cámara de vacío y la rociaron con nitrógeno líquido en 360 grados, lo que les permitió observar y comprobar que las partículas se acumulaban y flotaban en el vapor del nitrógeno.
"Vestimos a esta Barbie con su traje, la cubrimos con polvo y luego usamos una barra rociadora y pudimos girar a Barbie 360° como lo haría un astronauta en una esclusa de aire", explicó Ian Wells, investigador graduado de la Universidad Estatal de Washington, a Unexpected Elemtents. "Tuvimos una eliminación muy alta y también, lo que es más importante, daños mínimos en el traje espacial", agregó el líder de la investigación.
En las próximas etapas de investigación que llevarán a cabo, los científicos intentarán imitar mejor el entorno que se ve en la Luna, incluida la simulación de la carga estática del propio polvo lunar.
“Tenemos la esperanza de que este método se pruebe en la Luna, pero utilizando un astronauta humano en lugar de un modelo de Barbie de tamaño real”, comentó Wells. "De hecho, tenemos la Barbie y la llevamos a las conferencias. No creo que haga más pruebas. Creo que cumplió su condena. Pero, definitivamente, veremos astronautas de la vida real", concluyó.
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