El órix u órice de Arabia (Oryx leucoryx) a principios de los años 70 se extinguió casi por completo en estado salvaje, y los pocos ejemplares que pudieron recuperarse fueron preservados en zoológicos y reservas privadas, para luego ser reintroducidos de nuevo a su hábitat, lo que ocurrió en Arabia y Omán desde principios de la década de los 80.
Se trata de la menor de las cuatro especies de órices, un mamífero artiodáctilo de la familia Bovidae, de características similares al órix de cuernos de cimitarra (Oryx dammah) y al órix blanco que hoy habitan en los Emiratos Árabes Unidos.
Por el ambiente en que se mueve, la naturaleza dotó al órix de un pelaje blanco (para reflejar la radiación solar, lo que le permite soportar 40 ºC al sol), salvo las patas, el mechón de la cola y la máscara facial típica del género. Tanto el macho como la hembra viven un promedio de 20 años y poseen para su defensa cuernos negros, largos (hasta 75 cm de longitud), rectos y con anillos, lo que estéticamente son todo un trofeo para el cazador. Cada ejemplar llega a medir en la cruz alrededor de un metro y a pesar unos 70 kg.
En cuanto a la reproduccción, cada hembra puede gestar solo un cría, que tras 8 meses da a luz, por lo general entre mayo y diciembre. Una vez destetado, el animal se alimenta de grandes plantas, bulbos, frutos y brotes de tamarindos, y puede prescindir de agua durante algunas semanas.
Si bien a principios de siglo su área de distribución abarcaba la península Arábiga y el Sinaí, tras la Primera Guerra Mundial el número de ejemplares descendió notablemente por ser una especie objeto de caza desmedida, a tal punto que en la década del 60 casi se extinguió por completo debido, al parecer, a que su carne era muy codiciada por otorgar mucha fuerza a quien lo consumía.
Tras arduos trabajos de conservación y cruza de ejemplares, en 1982 el órix fue reintroducido en Omán, donde se generó el Santuario del Oryx árabe, que en 1994 fue declarado Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Pero en 2007 algunos documentos señalan que Omán decidió reducir en un 90 % la superficie protegida de la especie, por lo que fue retirado de la lista de la Unesco y su extinción volvió a cobrar peligro. En Omán se han capturado órix para la venta a colecciones privadas y se ha registrado la caza furtiva en algunas reservas de Arabia Saudita.
Fuente: Benedicto Cuervo Alvarez
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